Se llevaron los cadáveres
Los religiosos fueron víctimas circunstanciales, según la fiscalía
La Compañía de Jesús, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Centro Católico Multimedial (CCM) y la Arquidiócesis de Chihuahua condenaron los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, perpetrados el lunes en un templo de Cerocahui, en el municipio chihuahuense de Urique.
Autoridades federales y del estado de Chihuahua identificaron como uno de los autores materiales del homicidio de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora a José Noriel Portillo Gil, El Chueco, jefe de una célula de sicarios y traficantes de droga al servicio de Los Salazar, un grupo delictivo que forma parte del cártel de Sinaloa.
Medio siglo de sacerdocio
Para la gente, los jesuitas no eran sólo curas, sino amigos, padres, hijos, hermanos y compañeros
Organizaciones defensoras de derechos humanos lamentaron el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, perpetrado el lunes pasado en la iglesia de San Francisco Javier, Cerocahui, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua. Exigieron justicia para los prelados y la recuperación de sus cuerpos, sustraídos del templo.
El Senado y diputados federales priístas repudiaron los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y César Joaquín Mora, así como del guía de turistas Pedro Heliodoro Palma; además, exigieron a las fiscalías General de la República y del estado de Chihuahua que realicen una investigación a fondo para esclarecer los homicidios y castigar a los responsables.
Agotó sus reservas
Morelia, Mich., Al menos 300 militares desfilaron este martes por la avenida principal de la cabecera municipal de Aguililla. Según fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional, esta acción, realizada la víspera de que se cumplan 145 años de que se erigió Aguililla como municipio, es parte de la política castrense de acercamiento a la población, y con ella se pretende reafirmar la presencia del Ejército Mexicano en la localidad.
Esto es normal porque todos los días hay tiroteos de cerro a cerro, dijo uno de los policías comunitarios. Un coordinador de la CRAC-PF demandó la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, pues
han sido omisos ante la violencia en nuestros pueblos. Foto Sergio Ocampo