Después de que los clubes de la Liga Mx lo encasillaron como técnico de juveniles y de una amarga experiencia en la extinta Liga del Balompié Mexicano (LBM), Raúl Potro Gutiérrez, campeón mun-dial en 2011 con México en la categoría Sub 17, decidió dirigir ahora al Real España, de Honduras, con el cual busca el título después de ser líder.

Vine a Honduras a mostrar mi producto, en México creen que sólo dirijo juveniles. Esto pue-de ser una vitrina, no es fácil llegar al extranjero pero ahora hemos conseguido varias marcas, apuntó el técnico.

El último equipo que Gutiérrez dirigió en México fue el Real San José, de la LBM, el cual aún me debe tres meses de trabajo. Sin embargo, llegó la oportunidad en Honduras justo en un momento en el que varios técnicos tricolores han sido contratados por clubes centroamericanos.

Con la pandemia se cerraron varias plazas para los entrenadores. Varios de los que ahora están en Centroamérica tuvieron una oportunidad en la Liga Mx. Yo sólo estuve en el Ascenso. Ahora quiero mostrar mi metodología, que puede funcionar en cualquier liga, sostuvo.

Logra varios récords

Después de tomar al Real España en enero, Gutiérrez levantó al equipo al grado de obtener su pase directo a la semifinal. Rompimos varias rachas, tenían 14 años de no hacer más de 38 puntos. Venimos a cambiar la perspectiva que se tenía del plantel y ponerlo a la altura de su historia, señaló.

La fase final del torneo coinci-de con las elecciones presidenciales de Honduras, que se realizarán el 28 de noviembre y en las cuales se espera tensión social.

Me han recomendado hacer una buena despensa, la última vez la gente robaba en las tiendas. Esperemos que la situación no sea tan crítica, dijo.

Mientras, prepara al Real España para disputar las semifinales en cuanto termine el repechaje para conocer a su rival. Esta ciudad es como Monterrey, muy futbolera y si pierdes la crítica es muy fuerte, también si ganas todos te alaban. La experiencia ha sido muy enriquecedora para mostrar nuestro trabajo y ahora queremos mejorar al equipo para la liguilla.