En el Día Nacional e Internacional del Maíz, ayer se destacó que en México existen alrededor de 64 razas nativas de maíz, de las cuales 59 son originarias del país y cinco fueron introducidas, las cuales no sólo se encuentran en el centro y sur del país, como muchos creían, sino en todo el territorio nacional. Mientras, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación sigue pendiente el debate acerca de si es constitucional mantener la moratoria de la siembra de maíz transgénico, establecida hace ocho años por un juez.

En un foro sobre la distribución del maíz en la Sierra Madre Occidental, convocado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la coordinadora de Agrobiodiversidad de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Francisca Acevedo, recordó que entre 2006 y 2011 se realizó el proyecto global de maíces donde participaron alrededor de 70 instituciones y decenas de investigadores, con lo cual se pudo conocer la distribución de los granos nativos y de sus parientes silvestres en la nación.

Impactos diferentes

Agregó que se han dado recomendaciones como el reconocer que hay diferentes sistemas productivos de maíz en el país, que se deben tomar en cuenta las diferencias y que cada uno tiene impactos diferentes así como el que los mercados deben reconocer estas diferencias.

Apuntó que se requiere más investigación pública, considerar que la investigación debe ser parte de una estrategia nacional, así como inversión financiera para la generación de conocimiento y desarrollo, todos los sistemas de producción de maíz debían transitar a prácticas más sustentables.

Por su parte, Francisco Hernández, miembro del equipo de la Estrategia de Acompañamiento Técnico del programa Producción para el Bienestar de la Sader, destacó que en México se siembran 7.4 millones de hectáreas, en 70 por ciento de ellas utilizan semillas nativas. Explicó que se siembra más superficie en Chiapas, con 595 mil hectáreas; seguido de Veracruz, con 583 mil, y Sinaloa, con 562 mil.

Destacó que los productores de pequeña y mediana escala en el centro y sur del país son los que más cultivan en esa región sobre todo, son los protectores de la riqueza genética del maíz y otras especies.