Desocupación: reducción insuficiente // Empresarios:¿sordos y analfabetos?
e acuerdo con la más reciente información del Inegi, 2020 cerró con una tasa de desocupación de 3.8 por ciento de la población económicamente activa, la menor desde agosto del mismo año, aunque casi un punto por arriba respecto de diciembre de 2019. Tal proporción equivale a 2.1 millones de mexicanos sin acceso al mercado laboral.
Otros elementos que aporta el Inegi son: en diciembre de 2020 la tasa de subocupación fue de 14.2 por ciento, menor en 1.8 puntos porcentuales a la de noviembre del mismo año; la ocupación informal en ese mismo mes ascendió a 29.5 millones, al tiempo que la tasa de informalidad laboral se situó en 55.8 por ciento, inferior en 0.4 puntos respecto de la cifra previa.
En este contexto, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, considera que tras la reapertura de la economía la situación del mercado laboral de nuestro país ha mostrado una leve mejoría tras los malos resultados derivados de la pandemia, Sin embargo, recuperar la totalidad de puestos de trabajo cancelados en 2020 no será tarea fácil, ya que además de lidiar con los problemas estructurales históricos del mercado laboral, se requiere dotar a la economía nacional de un ritmo de crecimiento más dinámico que dé cabida a la población en edad de trabajar
.
En su análisis, del que se toman los siguientes pasajes, el CIEN señala que la recuperación de los puestos de trabajo obedece sin duda a la reapertura de las actividades económicas no esenciales que habían permanecido sin operación tras las primeras semanas de la pandemia en nuestro país. Sin embargo, el dinamismo con el que se fue recuperando el mercado laboral ha disminuido en los últimos meses, consecuencia de un avance más lento de la economía mexicana.
Si bien el registro de diciembre de 2020 muestra una reducción importante en la tasa de desocupación, no necesariamente significa que todo se deba a una mayor generación de puestos de trabajo, más aún cuando el crecimiento económico de nuestro país perdió vigor en los últimos meses del año pasado.
En ese mes, el porcentaje de desocupados que tardó más de un trimestre en encontrar una fuente de trabajo fue de 28.4 por ciento, casi 5 puntos porcentuales más respecto de noviembre del mismo año, lo que implica que la misión de recuperar una fuente trabajo se ha tornado más complicada, amén de que varias personas desistieron de continuar su búsqueda de empleo, abandonado con ello el mercado laboral y al mismo tiempo contribuyendo en una reducción en la medición de la desocupación.
Otro elemento que debilita la situación actual del mercado laboral nacional es el alto nivel de subocupación. Con datos del Inegi, el porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de trabajar más tiempo de lo que su ocupación actual le solicita se ubicó en 14.2 por ciento durante el último mes de 2020, es decir, alrededor de 7.5 millones de mexicanos, 2.4 millones más que en marzo pasado, cuando iniciaron las medidas de confinamiento.
En los meses por venir las personas que perdieron su empleo competirán por una fuente de trabajo dada la menor generación de plazas, derivado ello de un menor ritmo de crecimiento económico. Además, podrían verse en la necesidad de conseguir una fuente adicional de ingreso, porque con la que cuentan no alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
Las rebanadas del pastel
La cúpula empresarial y los gobernadores no dejan de gritar queLópez Obrador no nos permite adquirir vacunas
. Pues bien, a saber dónde se informan
, pero desde mediados de diciembre de 2020 el propio Andrés Manuel públicamente anunció: no nos oponemos a que las empresas puedan importar vacunas y venderlas a quienes tengan para pagarla; los gobiernos estatales pueden adquirirla, aunque como se trata de un asunto de seguridad nacional, corresponde al gobierno federal; eso está establecido en las leyes y hay un decreto para ese propósito; pero si ellos quieren, no hay ningún obstáculo
. Y ayer lo reiteró. Entonces, ¿son sordos, analfabetos o simplemente grillos de quinta?