Quienes conformamos Radio Tsinaka, emisora comunitaria ubicada en San Miguel Tzinacapan que viene trabajando en este medio desde hace un poco más de 8 años, sabíamos que se avecinaba una crisis diferente a las otras que ya se habían vivido, voraz y depredadora como los proyectos de muerte.
En la cabecera municipal donde nos encontramos, Cuetzalan del Progreso, se empezaron a escuchar rumores de casos por COVID-19 desde el mes de abril del 2020. La información sobre kokolis-covid (como se le nombró en náhuatl), desbordaba en medios locales, redes sociales, así como en seguimiento a medios nacionales e internacionales.
En la región, se habían presentado pocos casos hasta ese momento, pero ya se habían sentido las consecuencias económicas. Muchas familias que comercializan diferentes productos agrícolas en la región habían dejado de hacerlo, no pudieron seguir recibiendo un ingreso. En municipios como Cuetzalan, donde muchas familias dependen de la llegada de turistas que consumen artesanías, la situación también comenzó a ser alarmante.
Como medio de comunicación, nos enfrentamos principalmente con la “epidemia de desinformación”. Por ejemplo, en la región han corrido rumores que señalan: -Vienen las enfermeras a inyectarte de coronavirus, o se difundieron mensajes para señalar a familiares de paisanos contagiados en la ciudad como “los contagiados”, “los irresponsables”.
Para el equipo de jóvenes de esta emisora, un primer paso fue la investigación sobre esta enfermedad en fuentes confiables, no podíamos permitirnos replicar información no confirmada o enjuiciamientos sin fundamentos. Posteriormente, nos dimos a la tarea de realizar diferentes acciones como medio de comunicación para atender la desinformación.
Así que abrimos espacios de diálogo en nuestra programación sobre la enfermedad y cómo se vive en las comunidades, como el noticiero especial sobre el COVID-19, el programa radiofónico Ximonejmachpia “Cuídate” y Altepet nechikolmej “La voz del pueblo organizado”. Además, realizamos producciones de cápsulas radiofónicas e informativas sobre la enfermedad en lengua náhuatl y totonakú en colaboración con Lado B. También participamos en la traducción y grabación de cápsulas sobre los derechos de la niñez y juventud, contra la violencia de género y no discriminación en el contexto de la pandemia. Dicha campaña fue emprendida por UNICEF.
Estas acciones nos han dado una perspectiva sobre el COVID-19, una enfermedad que no es una casualidad en el tiempo, es una consecuencia lógica de un sistema económico, social y político donde la naturaleza es vista como explotable, contaminable, distinta a la perspectiva que tienen los pueblos que trabajan, disfrutan y viven junto a ella.
Hacer radio comunitaria significa ser parte de un proceso dinámico, donde los contenidos de los diferentes programas reflejan las preocupaciones y necesidades de la región en un contexto de crisis, por lo que en estos tiempos ha sido fundamental abonar no sólo a reflexionar sobre la pandemia sino lo que sigue después viviendo con el kokolis-covid.
La radio en el contexto comunitario se va adaptando a los cambios en las formas de vida cotidianas, al convertirse en un medio donde se imparten clases de primaria y de lengua náhuatl como estrategia del modelo de educación a distancia, una herramienta educativa para las niñas, los niños y jóvenes de la región.
Uno de los principales aprendizajes de este proceso ha sido una renovada confianza en el trabajo comunitario y un interés por mantener la radio como un espacio de diálogo mediante el fortalecimiento y mantenimiento de los lazos y vínculos que tenemos con la población, las autoridades y las organizaciones a nivel comunitario, regional, nacional e internacional.
La importancia de la creación de contenidos propios, así como la transmisión de información veraz, oportuna, precisa y en lengua náhuatl, han sido aprendizajes desde el inicio del proyecto de radio comunitaria que se han fortalecido en el contexto de la pandemia.
Finalmente, para nosotros como radio comunitaria la crisis actual ha sido la posibilidad de replantear la importancia del papel de la defensa del territorio, defender la vida, contribuyendo al fortalecimiento de nuestro medio de comunicación desde los pueblos y para los pueblos. Estamos convencidos más aún que la radio ha sido y será un medio de comunicación que ofrezca información que contribuya a la mejor toma de decisiones personales y colectivas en constante diálogo con los proyectos políticos, de vida e identitarios de las comunidades de la Sierra Nororiental de Puebla.•