Homenaje a Cuba y a médicos

scondido en el sigilo del tiempo, siempre aparece a lo largo de las décadas como un reiterativo llamado a no olvidar. Llegaron otros, los temas y los tiempos se expresaron de manera diferente, pero él siempre estaba ahí, llamando la atención en un librero. Hoy lo volví a sacar. En sus páginas están alrededor de 50 poetas que quedaron estampados en el tiempo y la memoria de millones. Es el Declamador sin maestro, que contiene cerca de cien poesías que pueden exaltar recuerdos en este momento de tristeza y reclusión. Y cuando las hordas aparecen no sólo en el país vecino, sino que suelen expresarse boquiflojas en nuestro país, he tomado de este libro donde desfilan Lorca, Darío, los Machado, Díaz Mirón, Sor Juana, Cervantes, Becquer, Acuña [et. al.], a un poeta que concita la fecha y la solidaridad por la revolución cubana en sus 60 años y la presencia de 500 médicos cubanos para ayudar: José Martí. De él, su poema pacifista, en recuerdo de aquella gloriosa gesta y en agradecimiento a los médicos por su apoyo:

stados Unidos recordará 2020. No tanto por las desgracias causadas por la epidemia del Covid-19 –agigantadas por un Estado incapaz de garantizar las condiciones mínimas de vida a su población (a la fecha las defunciones suman más de 370 mil)– y las inclemencias de un paro económico para el cual la lógica de los mercados simplemente no halla solución, sino por el gradual y sistemático hundimiento de un orden político e institucional cuyos orígenes se remontan a las últimas décadas del siglo XVIII. Un orden que posibilitó el surgimiento de un imperio económico, político y cultural, el desarrollo fulgurante del capitalismo en el siglo XIX y el baluarte simbólico y sistémico de su sobrevivencia en el siglo XX.

a educación nacional no enfrenta un buen pronóstico para 2021. Ni los problemas estructurales de la educación, ni sus asuntos coyunturales muestran señales consistentes de mejora. Y ello no representa un vaticinio pesimista, por el contrario, hoy resulta impostergable contar con un diagnóstico realista y demandar desde la sociedad un cambio de rumbo en el que se entienda que la educación no puede continuar siendo un ámbito ideologizado y mercantilizado por los poderes político y económico, sino un espacio estratégico comprometido con la formación de la niñez y la juventud con un horizonte de justicia social y de construcción de un mejor futuro nacional.

onald Trump es el síndrome de la deforme democracia americana.