Miércoles 14 de octubre de 2020, p. 6
En las pasadas dos décadas, en México se incrementó en 42.2 por ciento la obesidad, es decir, tenemos una tendencia muy importante que no ha dejado de aumentar, lo que significa que el sistema alimentario se ha transformado
, pues 25.5 por ciento de la dieta de los mexicanos se compone de comida chatarra, destacó Simón Barquera Cervera, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública.
Al participar en el foro virtual Etiquetado frontal y alimentos ultraprocesados, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, señaló que a esto se suman los efectos nocivos del Covid-19 en la obesidad, pues generó un fuerte impacto en los estilos de vida con la disminución de la actividad física, el aumento en el consumo de comida chatarra y la exposición a su mercadotécnia, así como el incremento en la inseguridad alimentaria.
Tras señalar 12 mitos en contra del nuevo etiquetado frontal de alimentos, el director de investigación de dicho centro insistió en que este nuevo mecanismo tiene una “sólida base de conocimientos científicos, con más de 20 investigaciones publicadas en revistas de prestigio y arbitradas, que permite confirmar que el nuevo etiquetado es de fácil comprensión y permite que en pocos segundos el consumidor pueda tomar una decisión informada
.
Aclaración
Indicó que es falso que todos los productos ultraprocesados llevarán sellos de advertencia. Del análisis de las más de 17 mil etiquetas (que se comercializan), calculamos que 20 por ciento no tendrá ningún sello, y que 24.8 por ciento contendrán uno solo, es decir, 45 por ciento de esos alimentos portarán uno o ninguno
.
Alejandro Calvillo, presidente de El Poder del Consumidor, indicó que la industria de los alimentos ultraprocesados buscó fomentar la hiperpalatividad (mayor gusto, aunque provoque obesidad) de la comida chatarra con altos niveles de azúcares, grasas y sales, lo que permite desplazar a los naturales
.
Los tres pilares de la hiperpalatividad, precisó, son azúcar, grasa y sal, que es la receta de los productos ultraprocesados, y esto es precisamente lo que quiere sacar a la luz el nuevo etiquetado
, el cual se acompaña de otras acciones, como impulsar que alimentos con varios sellos no se vendan en escuelas ni se incluyan en los desayunos escolares.