Buenos Aires. Evo Morales (2006-2019) denunció que Estados Unidos tiene injerencia en las elecciones de Bolivia previstas para el próximo domingo, en medio de la peor crisis económica en los últimos 40 años.

En tanto, la presidenta de facto, Jeanine Áñez, celebró el papel de las fuerzas armadas bolivianas en el derrocamiento de Morales en noviembre del año pasado.

Acción Democrática Nacionalista, Movimiento Nacionalista Revolucionario y otros partidos se retiran por instrucciones del Departamento de Estado de Estados Unidos, escribió Morales antier en Twitter, luego de que varias formaciones políticas abandonaron la campaña presidencial para beneficiar con sus votos al centrista Carlos Mesa, segundo en las encuestas.

Respaldo a Luis Arce

Quien fue el primer presidente indígena de Bolivia, sentenció que nada podrá derrotar a la unidad del pueblo que se une en torno a Luis Arce, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), que lidera las encuestas, aunque sin apoyo suficiente para evitar una segunda vuelta electoral.

Bolivia repetirá la elección debido a que fueron anulados los comicios del 20 de octubre del año pasado, que ganó Morales, y que, sin prueba alguna, fueron calificados de fraudulentos por la oposición, lo que fue avalado por la Organización de Estados Americanos.

En medio de protestas impulsadas por la derecha y que dejaron 36 muertos, la cúpula militar conminó a Morales a renunciar el 10 de noviembre. El ex mandatario se encuentra refugiado en Argentina.

El año pasado las Fuerzas Armadas junto al pueblo boliviano le dijeron no a la dictadura y ese fue el final de un largo y terrible periodo de autoritarismo populista, aseguró Áñez durante los actos de celebración por el aniversario de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

Agregó que ese fue el comienzo de una etapa en que el ejército y la FAB entraron a esa categoría honrosa de militares que en América Latina se convirtieron en impulsores de la democracia, informó la agencia de noticias Abi.

El MAS llamó ayer a sus militantes a acudir a votar.