Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nombró ayer a la juez conservadora Amy Coney Barrett para suceder a la progresista Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema, cuando sólo faltan cinco semanas para la elección presidencial del 3 de noviembre.

Esta noche, tengo el honor de nombrar a una de las mentes legales más brillantes y dotadas del país a la Corte Suprema, lanzó Trump, cuya decisión inclina más al lado conservador la integración de esa institución decisoria de los grandes debates de la sociedad estadunidense.

Usted será fantástica, le dijo a la magistrada, de pie a su lado en la Casa Blanca. El mandatario predijo una confirmación directa y rápida de Barrett en el Senado.

Salvo una enorme sorpresa, Barrett, una católica practicante que se opone al aborto, consolidará la mayoría conservadora en la más alta instancia judicial del país.

El nombramiento presidencial podría aprobarse rápidamente en el Senado, de mayoría republicana. Las audiencias comenzarán el 12 de octubre y la votación podría llevarse a cabo a finales de ese mes, días antes de las elecciones, según la prensa estadunidense.

Los demócratas consideran que Trump –aspirante a un segundo mandato, pero rezagado en las encuestas– no debería poder nombrar a un nuevo juez tan cerca de las elecciones presidenciales. Sin embargo, los republicanos reúnen los votos necesarios en el Senado para confirmar a la jurista.

Unos minutos después del anuncio del presidente, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, llamó al Senado a no pronunciarse sobre el nombramiento de Barrett antes de las elecciones presidenciales.

El Senado no debería pronunciarse sobre esta vacante hasta que los estadunidenses hayan elegido a su próximo presidente y Congreso, señaló Biden.

Barret, de 48 años, es una juez federal nacida en Indiana y conocida por sus posturas católicas, conservadoras y antiabortistas. Su elección apuntalaría durante décadas una clara mayoría conservadora en la Corte Suprema, órgano clave por su capacidad para interpretar leyes y derechos fundamentales. Los miembros del máximo tribunal tienen cargos vitalicios.

Amo a Estados Unidos y amo la Constitución de Estados Unidos, declaró la magistrada en una breve intervención en la que rindió homenaje a su antecesora Ginsburg, la juez progresista fallecida la semana pasada.

Barret se uniría a Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh como la tercera juez del Supremo Tribunal nombrada por el presidente en su primer mandato, una cifra inusualmente alta en sólo cuatro años.

Se prepara Biden para debate presidencial

Por otra parte, Biden señaló que espera ataques personales y mentiras de Donald Trump en su primer debate televisado el martes, al comparar al mandatario con el jefe de propaganda nazi, Joseph Goebbels.

Va a ser difícil. Mi suposición es que serán sólo ataques. Serán la mayoría personales. Esa es la única cosa que sabe hacer, declaró el ex vicepresidente en una entrevista con la cadena de televisión MSNBC.

El debate del martes en Cleveland, Ohio, será la primera vez que el político de 77 años enfrente al mandatario que ha prometido destronar. Los dos septuagenarios se medirán en otros dos debates antes de las elecciones del 3 de noviembre.