Domingo 27 de septiembre de 2020, p. 9
Pumas rescató un empate 1-1 ante Necaxa. Lo hizo con garra después de tener un hombre menos en la cancha y, hay que admitir, sin la presencia infalible de Alfredo Talavera en la portería por la expulsión en el duelo anterior.
Los universitarios jugaron en casa y suman 23 puntos, los mismos que América en el tercer puesto a la espera de lo que haga ante La Máquina esta noche, en la fecha 12 del Guardianes 2020.
El auriazul Flavio Álvarez de-cidió agregarle drama a la historia de Pumas. Una entrada gratuita contra Claudio Baeza del Necaxa le mereció una tarjeta roja que dejó a su equipo en desventaja cuando el reloj apenas marcaba 14 minutos. Eso permitió, además, el gol de David Cabrera a balón parado.
Pumas ya estaba comprometido desde que llegó a este partido. No sólo por la pérdida del invicto en la jornada anterior ante León. La baja por expulsión del portero estelar de este torneo, Talavera, fue quizás más significativa, pues los hizo ver más vulnerables; en su lugar quedó el suplente Julio González.
Si se atendía a los números, Necaxa, el último de la tabla, no representaba una amenaza para los universitarios, que llegaban entre los primeros cuatro puestos. Pero esto resultó sólo una ilusión. Los Rayos decidieron despertar justo ahora y sacudirse la vergüenza de cinco derrotas consecutivas.
Un cuarto de hora después llegó la pifia de Flavio Álvarez, su expulsión y el castigo de tiro libre directo cobrado por un ex universitario, David Cabrera. Midió por encima de la barrera y su disparo siguió un trazo asombroso que entró por un ángulo. El portero auriazul voló a su derecha y alcanzó a manotear la pelota, pero sin la fuerza suficiente para impedir el gol.
Necaxa se creció con la anotación y la tarjeta roja contra uno de sus rivales. Ian González disparó desde larga distancia y quedó en susto para Pumas. Lo mismo que la carrera de Martín Barragán, quien incluso definió al fondo de la cabaña de los locales, pero no contó por fuera de lugar.
Dinenno, el salvador
El intermedio debió servir para ajustar la maquinaria en el equipo universitario. Los Rayos seguro recibieron regaños, pues a pesar de la ventaja en el marcador y en la cancha, no aprovecharon.
Los felinos estaban volcados en la segunda parte. Con esfuerzo y sin demasiado tejido fino, lograron empatar el duelo en un córner.
El primer remate lo atajó con precisión el portero de los Rayos, la pelota, sin embargo siguió en juego. Estaba a punto de salir, pero Juan Vigón alcanzó a recentrar, donde Dinenno empujó adentro de la cabaña y consiguió el empate a los 74 minutos.