Nuestros vicios públicos
Peligro de abstensionismo de los centennials (Generación Z) en las elecciones de EU
Colombia: al alza masacres y asesinatos de líderes sociales
El coronavirus detonó el auge para los servicios de entrega a domicilio en Buenos Aires
Sin salida
La reforma del Chapulín
Estado de Hidalgo: ¡orden, gobernador!
Recuerdos // Empresarios (CXXXIII)
Septeto Habanero,un siglo de son
Se inaugurará la escuela de cine Pohualizcalli de Iztapalapa
iez años se cumplen de la masacre que, aun en un escenario de desaforada violencia cotidiana, se significó por el brutal saldo de víctimas que dejó en el municipio de San Fernando, Tamaulipas: 72 migrantes (58 hombres y 14 mujeres) asesinados a balazos, cuando se dirigían a la frontera con Estados Unidos, a unos 150 kilómetros de distancia, con el propósito de cumplir el quimérico sueño americano
. Posteriormente se comprobaría que el número de personas ejecutadas en el lugar y sus inmediaciones era mucho mayor, pero la atrocidad y magnitud del homicidio colectivo llevado a cabo entre el 22 y el 23 de agosto de 2010 por el grupo delictivo de Los Zetas convirtió la matanza en un trágico símbolo de injusticia e impunidad.
El águila y la serpiente, símbolos de conflicto
l águila y la serpiente de nuestra bandera son emblemáticos por la lucha entre ellos. La pugna desde antaño es hasta nuestros días. El escudo que representa a la nación simboliza el carácter aguerrido del mexicano, del mismo modo que el himno nacional.
ecuperar espacios en América Latina” era parte de la narrativa que se repetía una y otra vez cuando se escribía de política exterior mexicana hacia la región. Ese credo reflejaba que se habían perdido los espacios del pasado y que consolidar mejor la presencia mexicana era la aspiración que nunca llegaba a concretarse.
evocar el contrato sería un acto de civilidad. Nos sorprende nuevamente una acción de retroceso legal. Es también una muestra de las agresiones, invisibles y sigilosas, a las que está expuesta la sociedad. Es importante la anulación del contrato del puerto de Veracruz, pero también lo es que la población nos demos cuenta del grado de libertad de manipulación a la que pueden llegar los funcionarios públicos.
n las semanas recientes ha habido evidencia científica de que el gobierno federal debe establecer el uso de cubrebocas como obligatorio para toda la población. Esto sin abandonar las medidas señaladas por la Secretaría de Salud de conservar la sana distancia de dos metros, lavarse las manos frecuentemente durante más de 20 segundos y quedarse en casa.
ay cosas que ocurren en mi destrozada y devastada nación que no logro entender, y mucho menos explicar a mis amigos extranjeros, siquiera a los de estas comarcas de América Latina, acostumbradas a ser barridas por turbulencias y tragedias.
ndrés Manuel López Obrador y su partido Morena surgen y ganan la Presidencia en medio de la descomposición del sistema político que emergió con la transición a la democracia. El Presidente ha acelerado esta descomposición que ahora se vuelve un problema para él, pero sobre todo para la sociedad que no necesariamente celebra ese descalabro monumental, pero sí ha cultivado esperanzas y expectativas de que con el cambio podría seguir un real mejoramiento de su situación.
asi concluimos el trabajo anual con estudiantes del primer año de Economía en la UNAM. Un privilegio. Con dificultades por el confinamiento, pero con ánimo de fortalecer su capacidad de manejo y utilización de mecanismos alternos. Videoconferencia. Comunicación en línea. Sin rendirse –jamás– en el compromiso de fortalecer su formación teórica y metodológica.
uando realizaba la investigación para escribir la biografía novelada de doña Josefa Ortiz de Domínguez, me llamó la atención que la casa donde vivió y falleció en la Ciudad de México estaba en la calle llamada Indio Triste. Hoy lleva el nombre Del Carmen y después se volvió Correo Mayor. Ahí sigue la casa de doña Josefa, con una plaquita, convertida en un bazar de chucherías.
n estos momentos ya no sé si se deba a mi edad o al hecho de que de nacimiento he sido más bien propensa a entregarme gustosa a la fantasía, o al hecho de que, también por naturaleza, siempre me ha faltado malicia, al grado de que con frecuencia debo recordarme a mí misma el consejo de los sabios de cultivar la malicia, siempre que quiera sobrevivir a los sustos y las ansiedades y las incertidumbres que depara la vida, especialmente en épocas de una catástrofe mundial, como es la pandemia de Covid-19.