En el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) continúan presentándose quejas de trabajadores despedidos por contagiarse de Covid-19 o por formar parte de grupos vulnerables. De acuerdo con reportes recientes del organismo, la mayoría son empleados que, tras aislarse para evitar propagar el virus, intentan regresar a sus puestos, pero encuentran que sus contratos han sido rescindidos.

Es el caso de un capitán de meseros de la Ciudad de México que, después de su recuperación por Covid-19, fue despedido por presunto temor a que contagiara el virus. Situación similar es la de una mujer que trabajaba en una dependencia federal, quien se aisló cuando detectó que tenía Covid; al volver a su centro laboral se hizo una prueba que detectó que ya no padecía el virus, pero aun así le quitaron algunas funciones y después le pidieron que renunciara.

Del 19 de marzo al 31 de julio, el Conapred registró 411 quejas relacionadas con discriminación por Covid-19. La mayoría de los reportes han sido presentados por trabajadores, clientes de prestadores de servicios privados, personal de unidades médicas, ciudadanos en general, adultos mayores, médicos y enfermeros, entre otros.

Por cantidad de hechos denunciados, la mayoría corresponde a aquellos donde se obliga a las personas a trabajar aun cuando forman parte de los grupos vulnerables; le sigue la negación u obstaculización de un servicio privado; la obligación de laborar de forma presencial; negativas de contratación; despido; disminución o suspensión de salarios; insultos, burlas, amenazas, y maltratos, hostigamiento vecinal o condominal.

Según el reporte, las quejas en su mayoría son contra particulares, como empresas, fábricas, centros comerciales, supermercados, mercados o tiendas, arrendadores o administradores de condominios y vecinos, entre otros. En menor medida (144), son contra servidores públicos de instituciones federales de seguridad social, dependencias, entidades y empresas públicas, hospitales y clínicas públicas, escuelas, entre otras.