espués de Lázaro Cárdenas, fue el presidente Adolfo López Mateos quien despertó mayores expectativas de buen gobierno. Fueron los mineros quienes lanzaron primero que nadie su candidatura y llegó a la Presidencia, a pesar de que se aseguraba que había nacido en Guatemala.
Fue un presidente de claroscuros que se apoyó plenamente en dos de sus colaboradores: Gustavo Díaz Ordaz y Antonio Ortiz Mena. De lo peor que dejó para la historiografía, se lo quedó debiendo al primero, su secretario de Gobernación y lo mejor de su gestión, al segundo, su secretario de Hacienda.
Recordemos:
Como secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz tuvo las manos libres para reprimir y suprimir los intentos desesperados del pueblo mexicano por mejorar su situación después de 50 años de revolución arrebatada. Un hecho casi desconocido en el que intervino como secretario de Gobernación es el siguiente: en noviembre de 1960 se programó la celebración del 50 aniversario de la Revolución, en Chihuahua. Como acto demagógico la idea fue muy buena, pero no se esperaba que agraristas serranos, descendientes de los que habían iniciado la Revolución, se organizaron en caravana caminando cientos de kilómetros para estar presentes. Llegaron el 19 de noviembre, la gente de la capital miraba los rostros quemados, casi todos con huaraches, la ropa deslavada y parchada.
Así se hicieron presentes el día siguiente en la ceremonia de la celebración. López Mateos se retiró al hotel sin hacerles caso. Los campesinos lo siguieron y se instalaron frente al hotel exigiendo ser escuchados, no habían caminado desde tan lejos para ser burlados. Finalmente, una comisión expuso las demandas, tronó la voz de un joven dirigente originario de Sonora, Álvaro Ríos, quien le reclamó al presidente:
¿Qué revolución se está celebrando en Chihuahua?, hay millones de hectáreas acaparadas por los latifundistas y miles de campesinos sin tierra
. Adolfo López Mateos prometió a los campesi-nos de la región de Madera y al pueblo de Chihuahua que se resolverían todos los problemas de la entidad. Nunca resolvió nada y todos sabemos lo que sucedió cinco años después en la sierra.
Durante el gobierno de López Mateos, en todos los actos de barbarie de 1958 a 1964, estuvo presente la actuación del halcón mayor
, Díaz Ordaz. En las traiciones contra el pueblo, encarcelamientos, desapariciones, masacres, él fue la mano que jaló el gatillo. Vengan unos ejemplos para recordar: copreros, maestros, médicos, agraristas, ferrocarrileros. Y la infamia más terrible, la masacre de Rubén Jaramillo y su familia.
Como secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena tuvo las manos libres para fijar, desde el terreno del capitalismo mundial, la estrategia financiera que repercutió favorablemente en las condiciones de vida de los trabajadores del campo y la ciudad, así como en el crecimiento de las clases medias. Por su buen desempeño y prestigio internacional, fue señalado como posible candidato del PRI en las elecciones de 1964 y luego en 1970. No tuvo la fuerza necesaria entre los que decidían y se asegura que el principal obstáculo o pretexto en su contra, fue que había nacido fuera de México. Asunto muy curioso porque la familia Ortiz Mena tenía arraigo en Parral desde muchos años antes, pero en los primeros meses de 1907 hicieron un viaje a España y el niño nació durante el trayecto.
Por cierto, entre Ortiz Mena y López Mateos había un año de diferencia, Antonio nació el 17 de abril de 1907 y Adolfo el 26 de mayo de 1908, hace exactamente 112 años, efeméride que provocó estas líneas.
Y para no dejar duda respectode la responsabilidad del gobiernodel presidente Díaz Ordaz, también es pertinente recordar algunas de las tantas acciones durante su paso por la Presidencia.
-En 1964-1965 represión y cárcel a los agraristas de Chihuahua, a quienes se les cerraron todas las vías legales para resolver sus demandas, no dejándoles más camino que la acción armada del 23 de septiembre de 1965.
-El fusilamiento de los jóvenes del Grupo Popular Guerrillero Arturo Gámiz que se habían levantado en armas y que luego de una larga travesía por la sierra, fueron aprehendidos y, a pesar de que estaban desarmados y en condiciones físicas deplorables, fueron fusilados en Tesopaco, Sonora.
-La masacre del 2 de octubre en la Plaza de Tlatelolco.
-Separación de las escuelas prevocacionales y eliminación de la Vocacional 7 del IPN.
-Supresión de buena parte del sistema de normales rurales.
-Desaparición de Héctor Jaramillo Chávez, estudiante de la Esime del Instituto Politécnico Nacional, quien fue aprehendido en enero de 1969 cuando volanteaba en la Unidad Bátiz, frente a Zacatenco. Héctor fue torturado en el Campo Militar Número 1, junto con dos compañeros; ellos fueron liberados después, de él nunca se volvió a saber nada. Esta fue la primera desaparición por motivos políticos que en los años siguientes se aplicó sistemáticamente contra los opositores del gobierno de México.
* Historiador, su libro más reciente es Villa bandolero