En un análisis del programa gubernamental Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) identificó que familias beneficiarias consideraron que el apoyo de 800 pesos mensuales es insuficiente para atender sus necesidades.

Refirió que en entrevistas los beneficiarios consideraron que, en promedio, un monto equivalente a 3 mil 200 pesos bimestrales sería más adecuado. Lo anterior debido a que en el diseño del programa previo se entregaba un apoyo por integrante de la familia y actualmente sólo se otorga por familia, sin considerar el número de personas que estudian.

El programa busca contribuir a que los alumnos de educación inicial o básica, que son integrantes de familias en situación de pobreza, marginadas o que habitan en localidades prioritarias, permanezcan y continúen sus estudios mediante un apoyo económico de 800 pesos mensuales por un periodo de 10 meses. En 2019 contó con un presupuesto de 25 mil 780 millones de pesos para su operación; atendiendo a 3 millones 727 mil 454 familias a escala nacional.

Para el ejercicio fiscal 2020 dispone de un presupuesto aprobado de 30 mil 475 millones de pesos y su meta de cobertura es de 3 millones 680 mil 951 familias, de acuerdo con el informe del Coneval.

Sobre la entrega de becas, el Consejo destacó los desafíos que enfrenta el Banco del Bienestar, por medio del cual se reparten algunos apoyos, y los efectos que tiene en la población beneficiaria. Entre las inconformidades están la falta de cajeros, el desconocimiento de la fecha de los depósitos y la poca asesoría para resolver problemas técnicos relacionados con las tarjetas. Dichas situaciones generan costos en tiempo y dinero.

Añadió que la evidencia derivada del análisis indica que programas con transferencias monetarias a un miembro por familia han tenido efectos contrarios en la tasa de asistencia escolar de los otros integrantes de la misma, este indicador se incrementaba entre los hijos que recibían la beca en contraste con los hijos que no.

Otros de los desafíos que encontró el Consejo están relacionados con que el programa no tiene mecanismos para monitorear y dar seguimiento a la inscripción escolar de las niñas, los niños y los adolescentes de las familias atendidas.

Resaltó como hallazgo favorable del programa que no se mencionaron condicionamientos, cobros o solicitudes de ningún tipo para la incorporación o permanencia de los beneficiarios.