En el hospital del IMSS instalado en el autódromo se ha atendido a mil 300 enfermos, sostiene el doctor García Acosta
Jueves 16 de julio de 2020, p. 2
Aquí estamos dando la lucha contra el Covid-19. Lo estamos conociendo, pero es una enfermedad brusca, tiene cambios inesperados
y pacientes con mejoría, de repente se agravan. Así es, pero no podemos desanimarnos porque tenemos que salvar otras vidas
, sostiene Javier García Acosta, director del Hospital Temporal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) instalado en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Esta es la primera vez que se permite el acceso al nosocomio, que ocupa los tres niveles del edificio principal, donde cada año las empresas patrocinadoras de Fórmula 1 organizan sus fiestas.
Se trata de salones amplios con muros de cristal desde donde, en condiciones normales, se tiene a la vista la pista de carreras. Ahora están cubiertas y en toda el área hay 213 camas generales y con ventilador, distribuidas en ocho pabellones. De éstos, seis están ocupados por pacientes.
En los pasillos, las labores de limpieza son constantes. Hay trabajadores con una bomba aspersora que contiene una solución con hipoclorito de sodio, la cual rocían de pies a cabeza, incluida la suela de los zapatos, de quienes salen de los pabellones. Es para que no se lleven el virus
, explica uno de los empleados.
Ayer fue un día tranquilo
, comentan enfermeras que están en el área de triage, donde son evaluados los enfermos a su llegada, porque hubo semanas en que llegaban de ocho a 10 enfermos en unas cuantas horas.
Eran los días de mayor transmisión del coronavirus en la Ciudad de México y municipios conurbados del estado de México, cuando no se pudo cumplir la regla de que en el autódromo sólo se atendería a pacientes referidos de otros hospitales del IMSS, después de superar la crisis y en proceso de recuperación.
El director del nosocomio recuerda que varios enfermos graves, muchos de ellos no derechohabientes del Seguro Social, llegaron por su cuenta a pedir ayuda y los recibimos
.
La actividad en el hospital del autódromo empezó el 13 de mayo con 48 camas en dos pabellones. A los pocos días aumentó de tal forma que cada tres días se abrían 24 nuevos espacios. Llegó a haber 148 hospitalizados, de los cuales entre 10 y 15 estaban intubados.
El 17 de junio se abrió un pabellón más y todavía hay uno con camas generales desocupado y otro más de terapia intermedia. Estamos listos
, dice García Acosta, y prefiere no anticiparse, pero estamos atentos
a un rebrote del coronavirus luego de dos semanas en que aumentó la actividad laboral y la movilidad en la capital del país.
Mil 300 personas han estado internadas en este hospital, con un promedio de cinco días de estancia y máximo de 29, como fue el caso de la señora Lupita, quien hace unos días fue dada de alta.
Ayer había 115 pacientes, de los cuales 11 estaban intubados. El total de camas disponibles es de 180.
En entrevista, el experto recuerda que la curva de aprendizaje fue tremenda
. Llegó el personal médico y de enfermería, no todos especialistas en medicina crítica. Se formaron los equipos Covid con un líder. Eran internistas, otorrinolaringólogos, ginecólogos y traumatólogos que se ofrecieron con el fin de colaborar en la atención de enfermos del coronavirus.
Ellos y los médicos de nuevo ingreso al IMSS, algunos recién egresados de la universidad, fueron capacitados en el manejo de los enfermos. Son 750 entre médicos y personal de enfermería.
García manifiesta que en las tres semanas recientes bajó un poco el número de pacientes del valle de México, pero empezaron a llegar de Puebla, Tlaxcala y Toluca, estado de México. La idea es la misma: evitar la saturación de los hospitales en esas entidades.