Para supervisar que los asistentes al Centro Histórico cumplieran con la sana distancia, que los vendedores ambulantes no se instalaran en la calle y que el comercio establecido acatara las medidas de seguridad, además de prevenir y evitar delitos, ayer se desplegaron en el primer cuadro al menos 500 efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

De acuerdo con la dependencia, el operativo policiaco no fue especial en el primer sábado que abren las plazas y tiendas departamentales, aunque los uniformados llevaban la indicación de revisar y recomendar a los visitantes que siguieran las medidas sanitarias con el fin de evitar contagios.

Ayer no hubo confrontaciones entre los uniformados y los comerciantes ambulantes, particularmente con los que instalan en el Eje 1 Norte, en la zona de Tepito, pero en las últimas dos semanas se recurrió al retiro forzoso de al menos 250, indicó la SSC.

Expuso que no se trata de medidas arbitrarias, sino que ante los llamados reiterados de la autoridad a que se retiren de lugares públicos y ante el caso omiso la última opción es presentarlos ante un juez cívico o ante el agente del Ministerio Público, como ocurrió la semana pasada.

En tanto, las autoridades capitalinas reportaron que se realizó el cierre total de una decena de establecimientos que no cumplieron con las disposiciones higiénicas, además de que desde el pasado 23 de marzo a la fecha se han visitado 7 mil 500 comercios establecidos en el Centro Histórico.

Desde antes de las 10 de la mañana estaban listos los grupos de uniformados que se desplegaron en las calles para evitar el desbordamiento de visitantes con el semáforo epidemiológico en naranja.

Los uniformados mantuvieron las vallas metálicas, los llamados trafitambos y conos viales en las calles Madero, Corregidora y Alhóndiga, entre otras, en donde para ingresar los visitantes deben formarse, posteriormente hacer otra fila para ingresar al local en el que realizarían sus compras.