Sábado 11 de julio de 2020, p. 5
A inicios de este año, a la agenda del realizador poblano Joshua Gil, junto con el trabajo que demandaba la investigación y el desarrollo de su próximo filme, se sumaba la promoción de su segundo largometraje, Sanctorum (México-República Dominicana-Qatar, 2019), en distintos festivales y foros que lo mantuvieron fuera del país.
La crisis sanitaria lo sorprendió a él y al resto de participantes en el 60 Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, programado del 11 al 16 de marzo, el cual se detuvo a dos días y medio de su arranque. Con dificultades, logró regresar a México dos días después y replanteó la agenda completa del filme y la suya propia para el resto del año.
El fotógrafo y productor ya tenía boletos de avión comprados para acudir con su equipo al Marchè du Film, del Festival Internacional de Cine de Cannes, que se realizaría entre el 12 y el 23 de mayo, pues buscaba no sólo ventas de Sanctorum, sino también coproductores para su siguiente proyecto y muchos tratos por cerrar en Francia.
Glamur y dinero
Aunque el mercado francés, quizás el más importante del mundo, fue cancelado físicamente, llevó a cabo su versión virtual, Marchè du Film Online, del 22 al 26 de julio. Ésta fue monstruosa
y aunque las tarifas de inscripción eran muy altas, no estuvieron acompañadas del estilo de vida, glamur, amenidades y privilegios, ambiente de luces y cocteles que propician que corra el dinero para los profesionales de la industria, acostumbrados a cerrar tratos en la Riviera francesa.
Pienso que hubiera sido un grave error que este mercado digital no se hubiese realizado
, reflexiona.
Filmada en la sierra mixe de Oaxaca, la película, que aborda el tema de los campesinos obligados a emplear sus habilidades agrícolas en el cultivo de estupefacientes debido a la crisis social y la violencia extrema, se estrenó mundialmente en el 76 Festival de Cine de Venecia en septiembre de 2019. De no haber ocurrido esto, la cuarentena probablemente hubiera impedido su presentación en una sala de cine.
La cinta, ganadora del premio a la mejor dirección y el Guerrero de la Prensa en el 17 Festival de Morelia en octubre, tiene fecha tentativa para su estreno en México en salas de cine y digital, en marzo de 2021.
Producida por Cacerola Films, Parábola Cine, Telegrama Audiovisual y Viento del Norte Cine, Sanctorum contó con el acompañamiento de Pluto Films, compañía especializada en ventas internacionales y programación en festivales con base en Berlín. Ellos decidieron invertir y poner el filme en línea, para que los participantes pudieran adquirirla, lo que significó una inversión considerable, pese a la grave situación internacional, con cines cerrados y empresarios interesados, quienes solamente ofrecieron promesas de compra en distintos países.
“En el caso de Europa, ha tenido un recibimiento increíble. Muchos lugares la tienen programada tanto para festivales como para salas. Desconozco la agenda que corresponde a nuestros agentes, pero uno de los resultados más grandes fue la venta en España, donde ya está firmada, aunque sin fecha precisa. Tengo correos de distribuidores que la quieren para cierto país –no puedo decir cuál, porque Pluto no me lo permite–; les llama mucho la atención, pero esperan la reacción del público en su regreso a las salas.”
Fue una fortuna acudir acompañados de Pluto Films, que tiene años de trayectoria en los mercados de cine y ventas internacionales, porque haber ido nosotros solos a inscribir y promover la película, probablemente hubiera sido un naufragio
. Ese mercado en línea, con 8 mil 500 participantes, 250 puestos virtuales, 60 pabellones, mil 200 streamings y 2 mil 300 largometrajes en venta resultó un éxito, por lo que Gil está seguro de que lo repetirá en 2021. Aunque regrese el mercado en su sede física, una vez superada la crisis del Covid-19, estará acompañada de una versión digital, avizora.
Tercer largometraje
Gil trabaja en la preproducción y desarrollo de su tercer largometraje, por lo que había planeado pasar abril en Tokio, antes de acudir a Cannes; posteriormente, estaría algunas semanas en Tijuana, pero tras la reclusión, a fines de marzo, continuó la investigación y el proceso de desarrollo a través de Internet, con entrevistas, llamadas internacionales y lecturas de libros que suplieron la estancia en Asia.
Muchos realizadores están frustrados por no poder salir a hacer trabajo de campo, pero en mi caso he descubierto que el encierro funciona bastante bien. Tienes que reinventarte y buscar las maneras de obtener información e inspiración. Es posible, sobre todo, si el proyecto te mantiene concentrado y en cuarentena mental. En ese estado, estés afuera o encerrado, vas a buscar la manera de progresar. Todo se pospuso y sólo esperamos que las autoridades reabran los aeropuertos para retomar el plan original de filmar hacia fin de año.