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Los conciertos Live Aid ayudaron en África, pero arruinaron a Bob Geldof

Por los payasos que hoy gobiernan el planeta, no serían posibles conciertos de ayuda, asegura el músico irlandés

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▲ En el concierto de 1985: Geldof (a la derecha), acompañado, desde la izquierda, de Pete Townshend, David Bowie y Paul McCartney, entre otros.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de julio de 2020, p. 5

Nueva York. Hace 35 años, los emblemáticos conciertos de Live Aid ayudaron a reducir el hambre en África y pusieron los reflectores en las naciones más pobres del mundo, pero no resultaron tan buenos para uno de sus organizadores principales.

El irlandés Bob Geldof, que recibió premios y vítores por sacar adelante esa actividad transcontinental de 1985, dice que le pasó factura a su vida personal y su carrera.

Pasó de ser el líder de los Boomtown Rats que cantaba I Don’t Like Mondays a algo más divino. Me convertí en el Santo Bob, dijo en una entrevista con Ap.

La gloria que vino con su trabajo caritativo no lo hacía feliz. La odiaba, se volvió imposible, dijo Geldof. Por un tiempo estuve desorientado. No tenía mucho dinero, afectó por completo mi vida privada. Probablemente terminó costándome mi matrimonio.

Todo comenzó con Band Aid, un grupo de estrellas del Reino Unido creado por Geldof y el músico Midge Ure, que incluyó a Bono, Phil Collins, George Michael y muchos otros en el sencillo de 1984 Do They Know It’s Christmas?, cuyas ganancias se destinaron a aliviar el hambre en Etiopía.

Geldof entonces apareció en la versión estadunidense, We Are the World, de 1985. Más tarde ese verano, ayudó a organizar Live Aid, la actividad televisiva global más ambiciosa hasta la fecha.

De pronto se vio a sí mismo como una celebridad poco probable.

No era por mi excelencia musical superior, como Elvis o los Beatles. Millones de personas me convirtieron en el hombre del momento.

Los conciertos de Live Aid realizados en Londres y Filadelfia recaudaron más de 100 millones de dólares. Incluyeron actuaciones de Queen, U2, Led Zeppelin, Madonna y docenas de otras estrellas; 20 años después, Geldof presentó los conciertos Live 8 y consiguió que los países industrializados se comprometieran a incrementar la ayuda a África en 25 mil millones de dólares.

Estaba perdido

Mientras su altruismo ayudó a hacer del mundo un lugar mejor, él ya no pudo seguir haciendo lo que más amaba, música.

No me permitieron volver a mi trabajo. Soy un cantante pop, así es literalmente como hago dinero. Me levanto por la mañana y, si estoy de humor, trato de escribir canciones, trato de ensayar, dijo Geldof. Y no podía. Nadie estaba interesado ya. El Santo Bob, como me llamaban, no podía seguir haciendo eso porque era algo insignificante y carente de significado. Estaba perdido.

Geldof está contento de que él y sus colegas pudieran realizar los conciertos benéficos entonces, porque no cree que el mundo sea el mismo hoy que cuando se hizo Live Aid o siquiera Live 8.

Era el final de esa era política de cooperación y consenso y compromiso. ¿Sucedería eso hoy? No. Sólo tienes que ver a los payasos que gobiernan el planeta para entender que eso no podrá pasar de nuevo, dijo Geldof.

A principios de este año, Geldof finalmente volvió a la música y lanzó un nuevo álbum con los Boomtown Rats, Citizens of Boomtown, el primero desde In the Long Grass, de 1984.

Treinta y cinco años después de Live Aid, mantiene la humildad sobre sus logros y se enorgullece de haber seguido la tradición de otros músicos activistas como Woody Guthrie, a quien cita como una de las principales influencias de los Boomtown Rats, banda que comenzó en una de las épocas más tumultuosas de Irlanda.

Grabamos una serie de canciones que se convirtieron en éxitos, lo cual por supuesto ayudó a cambiar un poquito al país. Ayudó a cambiar la música. Y entonces a través de Band Aid y Live Aid ayudamos a cambiar un poquito al mundo, y paramos.