Este jueves renunció el director del hospital general de Reynosa, Tamaulipas, José Adalberto Yáñez –quien inició su gestión en mayo pasado–, luego de que médicos y enfermeras se negaron durante al menos dos horas a ingresar a sala Covid de la clínica por carecer de cubrebocas, gafas y demás equipo de protección.

Esta semana los inconformes divulgaron que no se les entrega equipo básico para evitar transmisiones al atender a pacientes con coronavirus. Ayer, trabajadores del primer turno se presentaron en el nosocomio, pero no entraron a la sala mencionada, donde decenas de infectados necesitaban tratamiento.

En redes sociales, el enfermero Luis Enrique Martínez y otros empleados compartieron imágenes del paro y reclamaron que se les dote suministros de protección, que particulares y empresas maquiladoras les llevaron ayer al mediodía, por lo que finalmente se incorporaron a sus labores. En seguida, Yáñez presentó su dimisión.

El hospital general de Reynosa –municipio que, según el gobierno federal, ayer tenía 2 mil 280 aquejados de Covid-19 y 176 defunciones–, está colapsado por falta de insumos, y tres de sus médicos han muerto tras infectarse de coronavirus por falta de protección adecuada.

Escasean tanques de oxígeno

Familiares de enfermos de Covid-19 aseguraron que en los municipios de Madero, Tampico y Altamira, en el sur de Tamaulipas, no hay tanques de oxígeno disponibles, y si se consiguen la renta de cada uno cuesta 5 mil 800 pesos.

También se ha reducido en la entidad la capacidad para incinerar cadáveres, por lo que el gobierno de Tamaulipas aprobó que los cementerios ofrezcan fosas Covid-19. Óscar Villa, titular de la Comisión Especial contra Riesgos Sanitarios del estado, dio a conocer que el sector salud autorizó que se sepulte a muertos por coronavirus en los panteones municipales, sin servicios funerarios.

En tanto, el director del hospital general de Nuevo Laredo, Jesús González, pidió que se agilicen los trámites para obtener certificados de defunción, pues la demora propicia que se acumulen cadáveres en el nosocomio. Indicó que la clínica labora con 25 por ciento de su personal, pues muchos de sus empleados se contagiaron, aunque ya nos autorizaron 10 contratos para médicos y 20 para enfermeros.

Mientras, Carlos Ulibarri, alcalde priísta de Río Bravo, dio positivo a coronavirus, fue aislado en su domicilio y se le reportó asintomático.