Profesores de primaria y secundaria señalaron que el regreso a clases para el ciclo escolar 2020-21, previsto para el próximo 10 de agosto, no puede ser como otros años, no sólo por los nuevos lineamientos de higiene y sana distancia, sino porque una prioridad debe ser la salud mental y emocional de alumnos, padres de familia y ­maestros.

En entrevista con La Jornada, destacaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) debe garantizar que todas las escuelas cuenten con los insumos necesarios para un regreso seguro, y sólo cuando el semáforo esté en verde, pues de lo contrario, afirmaron, en agosto próximo será el magisterio quienes estemos en la primera línea de fuego del Covid-19.

Felipe Ramos, profesor de secundaria e integrante de la Asamblea de Coordinación de las sección 10 y 11 de la Ciudad de México de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), destacó que lo primero es la vida y la salud, por lo que consideró que antes de volver a las aulas, se debe detectar qué compañeros maestros enfrentan riesgos por comorbilidades como diabetes, hipertensión y obesidad, así como por otros padecimientos o por edad.

En entrevista por separado, Francisco Bravo, profesor con más de 30 años de servicio y director de la primaria Leonardo Bravo, enfatizó que los docentes tenemos muchos desafíos frente al regreso a clases, no sólo de salud, sino de organización y de replanteamiento de los contenidos, porque la pandemia cambió a la escuela y nos transformó a todos.

Indicó que si bien el proceso de calificación del ciclo escolar 2019-20, se hizo a marchas forzadas, no por eso hubo un descuido. Se trabajó caso por caso con alumnos con barreras de aprendizaje y se buscó reconocer ampliamente el esfuerzo de alumnos y padres para continuar con su aprendizaje en casa, pese a no tener las condiciones para ­hacerlo.

Ramos detalló que, entre los acuerdos de la asamblea se incluye el rechazo a una educación virtual que sólo profundizó las desigualdades, y el fortalecer una escuela pública y presencial, pero con otros contenidos, donde la realidad que enfrentan los niños y sus familias forme parte de su aprendizaje, porque sabemos que al volver a la escuela encontraremos realidades muy distintas, desde quienes perdieron a un ser querido, hasta alumnos cuyos padres están en el desempleo.

Decisiones colectivas

Por ello coincidieron en que, antes del regreso a clases, tenemos que fortalecer una escuela donde las decisiones no se tomen de forma vertical, sino colectiva, que sean las asambleas escolares las que determinen el rumbo de cada escuela, porque serán las condiciones externas de alumnos y padres lo que marcarán cómo y cuándo podremos tener un regreso a las aulas verdaderamente seguro.