Ante la falta de acciones del gobierno federal para enfrentar la crisis causada por el Covid-19, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) convocó a legisladores, especialistas, funcionarios y representantes de la sociedad civil y el sector privado a mesas de discusión. En la primera jornada se habló de la necesidad de elevar la deuda pública para incentivar la reactivación del país y evitar un enfrentamiento.

Ayer se llevaron a cabo cuatro de 11 mesas planeadas (continuarán hoy y mañana), en las que estuvieron, además de líderes empresariales, Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, y Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.

Además, Bernardo González, presidente de la asociación de Afores; Carlos Mendoza, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores; Jaime Serra, presidente de BBVA y negociador del TLC; Sofía Belmar, presidenta de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros; Luz María de la Mora, subsecretaria de Economía, y otros 80 expositores.

Una de las principales propuestas fue de Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien planteó una manera de enfrentar la crisis económica: la adquisición de deuda pública, 3 puntos porcentuales más, de modo que llegue a 52 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.

Al respecto, Carlos Hurtado, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, expresó que dicho aumento y uno adicional prudente no causarían inquietud en los mercados. Lo importante es actuar ya, subrayó.

Ante las diversas opiniones entre gobierno e iniciativa privada, Salazar indicó que no es momento de confrontarse, sino de proponer soluciones.

Hoy comprobamos que México tiene fortalezas para afrontar la crisis, pero la única manera de hacerlo es de manera solidaria, fraternal y unida. No podemos seguir abonando diferencias. Después de las primeras mesas estamos motivados a ver que todas las corrientes e ideologías fueron propositivas, apuntó.

El presidente del CCE reiteró que en ningún momento el sector privado ha pedido un rescate del gobierno, como ha insistido en remarcar el presidente Andrés Manuel López Obrador. Parece que es una etiqueta política para denostar nuestras propuestas. No es posible traer temas del pasado a una crisis diferente, como la de hoy.