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Al año, 8 millones de toneladas en méxico

Los industriales deben repensar y bajar uso de plásticos: especialista
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▲ Las embotelladoras cuentan con tres plantas de reciclaje.Foto Marco Peláez
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Periódico La Jornada
Domingo 16 de febrero de 2020, p. 14

Lerma, Méx., La industria debe repensar el uso de plásticos en sus productos, pero ello también implica reducir la utilización de ese material, aunque eso no sea atractivo económicamente, sostuvo Guillermo Román Moguel, experto internacional en manejo de residuos y sustentabilidad.

Egresado de ingeniería metalúrgica por el IPN y doctor en procesos metalúrgicos por The University of British Columbia, Canadá, dice en entrevista que el consumo de plástico en México es de alrededor de 8 millones de toneladas por año, de lo cual al menos la mitad es de un solo uso.

Destacó que tanto la industria como el comercio utilizan los plásticos para hacer más atractivos sus productos. Sin embargo, consideró, hay otras formas y se puede sustituir. Reducir el uso en todos los sentidos, aunque económicamente no parece muy agradable, expresó.

Si bien el plástico tiene propiedades maravillosas, agregó, por ser moldeable y económico, también puede ser sustituido por otro material que el medio ambiente asimile mejor, porque alguien está pagando el costo de que se vaya al campo.

Admitió que la legislación entorno a los plásticos se ha radicalizado, pero era necesario. Es una medida que resulta impactante en el aspecto económico, pero si pusiéramos en contexto el impacto que éstos tienen en el ambiente se podría decir que es mínimo, comentó.

Si bien no hay forma de cuantificar económicamente los impactos ambientales, es muy grande, subrayó. Sólo 5 por ciento de plásticos llegan al mar, por lo que también es necesario enfocarse en el otro 95 por ciento, agregó.

La industria está reutilizando el PET, plástico que está alcanzado 60 por ciento de su reciclaje en México.

Declaró que parte de la solución es trabajar en la recolección y acopio de todos los plásticos, porque la mayor parte de los productos está encapsulado con ese material.

Para Román Moguel es importante que los productores comprendan el concepto de responsabilidad extendida, el cual se aplica en Europa y países de América Latina para que ellos recuperen los materiales.

Tendríamos que enfocarnos en la búsqueda de soluciones más integradas, que fueran acciones donde se repartan de una manera más adecuada, no es cargar todo a la industria, aseveró antes de comentar que también debe aprender la gente el manejo de residuos.

Transformación

Conscientes del daño ecológico que se está causando al planeta, los productores de refrescos reciclan desde hace 17 años envases de plástico para convertirlos en nuevas botellas.

Las embotelladoras agrupadas en la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) cuentan con el sistema de acopio de Ecoce, así como con tres plantas de reciclaje de plástico PET grado alimentario, como se identifica el material para envasar alimentos.

Una de ellas es PetStar, la cual se ubica en Lerma, estado de México. Está considerada como la más grande del mundo, porque procesa, en promedio, 3 mil 100 millones de botellas al año.

De acuerdo con la Anprac, sus agremiados están en favor transitar hacia una economía circular, concepto que busca no sólo reciclar, sino reutilizar y reducir el impacto en el medio ambiente, lo cual, de acuerdo con sus voceros, se busca lograr a través de la participación de la sociedad, la industria y el gobierno.

PetStar capta las botellas de PET en mil 200 puntos de acopio que están en el centro del país para llevarlas a la planta ubicada cerca de Toluca. La empresa no discrimina si el plástico es de otra marca refresquera.

La planta está en su mayor parte automatizada. Máquinas se encargan de lavar el material en un primer paso para seleccionar el plástico y retirar botellas de plástico que no sirven. Una última revisión la llevan a cabo trabajadores de manera manual.

Posterior a ello, todo el material de dos líneas de producción pasa a un molino, el cual tritura 350 mil botellas por hora.

Una vez molido, el material se funde en un horno para producir pequeñas perlas de plástico, que aún no están listas para ser convertidas en botellas. El grado alimentario se obtiene en un proceso en el que se usa nitrógeno para bajar la temperatura y eliminar bacterias.

Las perlas que produce esta planta son de color gris, con las cuales las embotelladoras asociadas a PetStar crean nuevas botellas.

Datos de la Anprac indican que, mediante Ecoce, durante 2018 se logró el acopio de un millón 452 mil toneladas de envases y empaques, de las cuales 438 mil fueron envases de PET.

Ello equivale a llenar 144 veces el Estadio Azteca y se evita la emisión de 11 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.