Lunes 13 de enero de 2020, p. 31
Expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) llevan a cabo un proceso para posibilitar que hasta 95 por ciento del agua de lluvia se infiltre en el subsuelo agrícola, y así sea más productivo.
Ramón Aguilar García, investigador del Campo Experimental Norte de Guanajuato y Bajío Inifap (Cengua), explicó que esta es una técnica de laboreo del suelo que consiste en aflojar el terreno, lo que facilita mayor infiltración de la lluvia.
Propicia un cambio en las propiedades del suelo, el cual con el crecimiento de las raíces se preserva y enriquece. Este ciclo virtuoso también contribuye a capturar carbono y otros minerales, con lo que se regenera la actividad microbiológica y la fertilidad de la tierra.
Explicó que el modelo de agricultura industrial ha generado la sobrexplotación de los acuíferos en México. En el caso del norte de Guanajuato existen 2 mil 500 pozos, de los cuales 50 por ciento tienen extracción excesiva. Esto, además de la escasez de agua para diferentes usos, genera problemas ambientales y de salud pública.
Aportación mexicana
Esta tecnología de infiltración es mexicana, indicó Aguilar García, quien señaló que en el norte de Guanajuato, la siniestralidad agrícola en temporal es mayor a 47 por ciento, los sistemas de producción comerciales depredan de manera acelerada el agua subterránea y 95 por ciento de los suelos están degradados.
Esas tierras están erosionadas, deforestadas, sobrepastoreadas y compactadas, por lo que hay poca infiltración, escasez de materia orgánica, de nutrientes y de actividad biológica.
Aguilar García habló de la paradoja del semiárido de esa zona, y es que falta agua, pero sobra
, ya que en promedio en la región llueven 487 milímetros; no obstante, lo que ingresa al subsuelo es menos de 8 por ciento y se evapora entre 92 y 95 por ciento por las condiciones actuales del suelo.