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Tamaulipas, clave en el tráfico de armas, drogas y personas

El traslado de migrantes mueve más de mil millones de dólares en esa entidad

 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de enero de 2020, p. 9

La existencia de 17 cruces legales a lo largo de la frontera con Estados Unidos y cientos de puntos carentes de vigilancia por parte de las autoridades ha convertido a Tamaulipas en una de la entidades más disputadas por las organizaciones delictivas que controlan el trasiego de droga y el tráfico de personas, ilícito este último en el que las instituciones de seguridad estiman que anualmente se ven involucrados 144 mil migrantes y que cada uno paga aproximadamente 7 mil dólares por su traslado a territorio estadunidense, lo que genera ganancias a las bandas que operan desde Centroamérica hasta la línea divisoria con el país del norte de más de mil millones de dólares.

Funcionarios federales que participan en el gabinete de seguridad señalaron que la información recopilada de diciembre de 2018 a diciembre de 2019 indica que en Tamaulipas básicamente operan dos grandes organizaciones delictivas: el cártel del Golfo y el del Noreste; sin embargo, sus escisiones generan oleadas de violencia entre ellas y contra las autoridades federales y locales para no perder el control de las rutas de tráfico de armas, migrantes y drogas.

Sin embargo, en los municipios de Hidalgo, Villagrán, Mainero, San Carlos, San Nicolás, Padilla y Güémez, la presencia tanto de Los Zetas como del cártel del Golfo ha disminuido debido a la creación de la llamada Columna Cívica Pedro José Méndez, la cual según reportes del gobierno federal es liderada por ex integrantes de organizaciones delictivas.

Registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública refieren que los homicidios dolosos se han reducido de 851 en 2018 a 616 a diciembre de 2019, y oficialmente también han disminuido las denuncias por secuestro de 109 a 31 en el mismo periodo, y de la misma manera el número de casos denunciados por extorsión de 138 a 115.

Sin embargo, autoridades federales señalaron que en Tamaulipas las organizaciones criminales han modificado su operación, convirtiendo delitos como la extorsión y el tráfico de personas en sus principales fuentes de ingresos, ya que la estrategia de seguridad implementada por autoridades estatales en coordinación con los gobiernos de Nuevo León y Coahuila ha logrado disminuir la incidencia en cuanto a los ilícitos de alto impacto que se denuncian, pero se mantiene una cifra negra de los que se cometen y no se denuncian.

En ese contexto, los 43 municipios de Tamaulipas –divididos en tres regiones– se mantienen bajo el control de grupos delictivos, principalmente los territorios que integran la llamada Frontera Chica y que tienen vecindad con Estados Unidos, como es el caso de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa, además de Miguel Alemán, Díaz Ordaz y otros.

La información recabada refiere que el cártel del Golfo (que tiene como su principal centro de operación el municipio de Matamoros, territorio considerado el sitio histórico de esta organización) tiene su origen en los grupos de traficantes de alcohol que encabezó Juan Nepumuceno Guerra en los años 30 del siglo XX, y que ahora presuntamente es encabezado por un sobrino de Osiel Cárdenas Guillén, quien dirigió este grupo hasta su extradición en enero de 2007.

Asimismo, el cártel del Golfo mantiene como su territorio los municipios de Reynosa, Altamira, Tampico, Miguel Alemán y Valle Hermoso.

En tanto, el llamado cártel del Noreste (integrado por células de Los Zetas y del Golfo) tiene presencia en Ciudad Victoria (donde comparten la plaza con células del Golfo), controlan Nuevo Laredo y se disputan Reynosa con células identificadas como Los Metros, Los Jaibos y Los Ciclones.

La presencia del cártel del Noreste se extiende hasta los estados de Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Nuevo León, Veracruz y Tamaulipas. La organización es dirigida por familiares de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, detenido en julio de 2013.

El cártel del Noreste, según autoridades federales, también comete delitos como tráfico de personas, extorsiones, secuestros y actividades de robo de combustible en ductos de Petróleos Mexicanos, así como la importación ilegal de gasolina y diésel.