Al entrar en vigor el primero de enero el ajuste al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) que se aplica a cigarros y refrescos, las cajetillas de algunas marcas comenzaron a venderse con un incremento hasta de siete pesos en tiendas de abarrotes, de conveniencia y autoservicio, no así las bebidas saborizadas, que mantienen el mismo precio con el que cerraron 2019.

El Congreso federal aprobó incrementar el IEPS para tabacos labrados de 0.35 a 0.4944 por unidad y para bebidas saborizadas de 1.17 a 1.2616 por litro.

En el caso de las bebidas con contenido de alcohol, a las que se aplica en la Ciudad de México desde el primer día del año un impuesto de 4.5 por ciento –con excepción de cerveza y aguamiel y sus derivados– el aumento es generalizado, aunque los precios de venta al público de un mismo producto difieren de una tienda a otra.

Si bien el arancel no aplica para copeo o botella abierta en establecimientos, encargados de cantinas y restaurantes no descartaron que en breve el aumento se verá reflejado en su carta de bebidas.

Marco Muñoz Lucio, propietario de la tienda de abarrotes Oxxito, en la colonia Alamos, de Benito Juárez, refirió que hasta ayer sólo el proveedor de la marca de cigarros Marlboro fijó el precio de venta al público de la cajetilla en 63 pesos, que el año pasado se vendía en 57. En el caso de los refrescos, dijo que no han aumentado, aunque explicó que apenas en noviembre pasado las botellas en presentación de un litro o más subieron dos pesos.

En las tiendas de conveniencia Oxxo, encargados explicaron que no todas las marcas de cigarros aumentaron y entre los nuevos precios en exhibición, la cajetilla de Marlboro se ofrecía en 64 pesos, Camel en 58, Winstion en 48 y Chesterfield en 55, aunque la Ley General para el Control del Tabaco prohíbe la venta de cigarros por unidad, en expendios de periódicos y en puestos de dulces mantenían aún un precio de cuatro y cinco pesos, pero sus encargados dieron por hecho que los subirán de precio.

En el caso del impuesto local a bebidas con alcohol, encargados de una tienda Alianza Express en la colonia Postal señalaron que ya les distribuyeron la lista de precios con el ajuste de 4.5 por ciento; de igual manera, se ajustaron los precios en tiendas de autoservicio. El encargado de vinos y licores en una tienda Walmart refirió, por ejemplo, que una botella de tequila Centenario de 950 mililitros que a fin de año costaba 275 pesos, se vende ahora en 282, aunque ese mismo producto cuesta en tiendas Alianza 290 y en Superama 297.

Jorge Mesa, de la cantina La Valenciana, en Narvarte, explicó que por el momento mantienen en su carta de bebidas los mismos precios, pero dio por hecho que repercutirá una vez que se tenga el cálculo de los nuevos precios de sus proveedores.

En el restaurante Branca Parrilla, Joel Garibay comentó que apenas hace seis meses aumentaron los precios de sus destilados, después de cinco años de mantenerlos sin cambio, y una vez que haga el próximo pedido sabría si podrán absorber el costo –como ocurrió en noviembre pasado, cuando el refresco en lata subió un peso pero se mantuvo sin cambio al cliente– o se justifica un nuevo incremento.