Greenpeace México aseguró que es un gran triunfo la entrada en vigor en este 2020 en la Ciudad de México, de la prohibición a la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plásticos desechables, ello pese a que el Senado aún no aprueba las reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos para que los fabricantes se hagan responsables de la gestión de los residuos que sus productos generan, ofreciendo desde el principio bienes y servicios libres de plásticos.

Precisó que quedan muchos pendientes en la materia para este año. No obstante en 2019 se consiguió que más de 10 entidades en el país reformaran sus legislaciones locales en el rubro, pero falta que más estados sigan esos ejemplos.

Un año no es suficiente para cambiar todo lo que se necesita para que este planeta sea un lugar más justo. Lo bueno es que 2020 representa una nueva oportunidad para exigir a gobernantes y a las corporaciones que caminen de nuestro lado.

La agrupación detalló que se debe avanzar en el tratado político global de protección a los océanos.

“En agosto y septiembre pasado, México participó en una negociación mundial para discutir y pactar el primer borrador del Tratado Global por los Océanos. La finalidad de este pacto es tener un instrumento internacional legalmente vinculante que permita la protección de la vida y los hábitats marinos fuera de las leyes nacionales.

La apuesta de Greenpeace es que los gobiernos determinen la protección de 30 por ciento de los océanos para 2030 mediante una red de santuarios oceánicos. El tratado aún no es una realidad, por lo que 2020 será crucial para insistir a los gobiernos que garanticen la máxima protección a los ecosistemas marinos.

Otro pendiente en materia de plástico es tener menos reciclaje y más consumo y producción responsable, pues ante la magnitud del problema reciclar no es suficiente. Indicó que incluso gobiernos y corporaciones invirtieron en infraestructura y tecnología para reciclar, pero no sólo con fines ambientales, sino también para disminuir pérdidas por materia prima.

Cada año los mares y océanos reciben hasta 12 millones de toneladas de basura. Se estima que en 2020 la cifra llegue a los 350 millones de toneladas (900 por ciento más que en 1980). El problema del plástico son las cantidades en las que se produce, su fácil dispersión, su lento proceso de degradación y los hábitos de consumo de usar y tirar.

Greenpeace sostiene que se deben transformar los hábitos de consumo y llevar una vida cero plásticos, aunque implique dejar ciertas comodidades, solo así medidas como la que comienza en la Ciudad de México pueden rendir frutos.