El gobierno local tiene listas las primeras cocinas que se instalaron en las escuelas públicas de nivel básico en Iztapalapa, con lo que pondrá en marcha el programa piloto de alimentos calientes con el fin de que los estudiantes tengan acceso a una mejor comida por 50 centavos, equivalente a 10 pesos al mes.

Se prevé que la próxima semana la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, inaugure las primeras cocinas en escuelas de prescolar, primaria y de atención especial que ya recibieron los 45 utensilios, entre los que se encuentran, además de la estufa y licuadora industrial, un refrigerador, horno de microondas, carrito de alimentos, charolas, tablas para cortar, cuchillos, afiladores, vasos, tenedores y platos, un medidor para supervisar la potabilidad del agua y tortilleros, así como un extinguidor.

El fin es combatir los problemas de desnutrición, obesidad y sobrepeso en edad escolar, luego de que un estudio que realizó la Coordinación General de Proyectos de la Jefatura de Gobierno, dirigido a 10 mil 943 menores, arrojó que seis de cada 10 niños padecen esa disfunción alimenticia.

La directora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la capital, Esthela Damián Peralta, destacó que con el programa piloto se trata de migrar del alimento frío al caliente porque es más sano, más nutritivo, genera menos problemas de sobrepeso y obesidad.

El DIF tiene 20 menús de alimentos calientes, evaluados por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, entre los que se encuentran huevo, alberjón, quesadillas de flor de calabaza, molletes, fruta, cereales, leche y agua.

En la Alameda Central se colocaron carpas con las diferentes acciones que ofrece el DIF y un módulo de alimentos calientes en el que se explicó a los asistentes que sólo en caso de que los padres de familia estén de acuerdo se instala la cocina.

Luego se conforma un comité de 15 padres en el que cada uno tiene una responsabilidad, pues el DIF entrega una tarjeta electrónica con recursos para la compra de ingredientes, mientras otros reciben capacitación de ingenieros en alimentos para el lavado y preparación correcta de la comida.