Chilpancingo, Gro., Decenas de trabajadores del Hospital Regional de Chilapa protestaron durante la visita del titular de la Secretaria de Salud (Ssa)federal, Jorge Alcocer Varela, y el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo. Demandaron más personal y equipo para el nosocomio que comenzó a construirse en 2011 y aún no ha sido inaugurado.

Actualmente el hospital funciona en una sede alterna, atiende a pacientes de los municipios de Chilapa de Álvarez, José Joaquín de Herrera, Zitlala, Ahuacuotzingo, y Atlixtac, ubicados en la Montaña Baja de Guerrero.

La protesta se inició después de que 10 trabajadores llegaron al inmueble en construcción para buscar una audiencia con los funcionarios federales, y el gobernador Héctor Astudillo Flores, que se encontraban en una reunión a puerta cerrada, no se les permitió la entrada, por lo que acordaron protestar afuera del edificio.

Carlos Morales, empleado del nosocomio, denunció: de nada sirve el nuevo hospital si no cuenta con personal especializado para recibir a pacientes que provienen de los municipios aledaños a Chilapa de Álvarez.

Aseguró que actualmente el hospital de Chilapa atiende a más de 45 familias que contaban con Seguro Popular, y a diario recibe de 45 a 50 pacientes en Urgencias, donde sólo un médico da el servicio.

Los manifestantes acusaron a la Secretaría de Salud estatal de entregarles equipo en malas condiciones, así como medicamento caduco.

El secretario Alcocer Varela señaló que el hospital todavía no está listo para inaugurarse, a pesar de que la infraestructura lleva avance de 90 por ciento.

Aseguró se debe revisar y reparar, porque con el paso del tiempo ninguna autoridad cuidó la obra y su calidad de garantía ha concluido.

En tanto, Zoé Robledo, reconoció que sí hay condiciones para que el IMSS absorba y opere el nuevo hospital de Chilapa, aunque aclaró que se deberán hacer adecuaciones.

El 23 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su visita a Chilapa, fue abordado por un grupo de trabajadores quienes le comunicaron las irregularidades del lugar.

El mandatario se comprometió a que el director del IMSS y el secretario de Salud visitarían el inmueble, que empezó a construirse en 2011 durante el gobierno del perredista Ángel Aguirre Rivero, quien prometió que la obra estaría concluida en septiembre de 2012, con una inversión de 132 millones de pesos, aunque finalmente tuvo un costo de 270 millones de pesos.