Miércoles 6 de noviembre de 2019, p. 14
Familiares de nueve tzotziles presos exigieron a los gobiernos federal y de Chiapas la liberación de sus seres queridos, quienes fueron encarcelados luego de juicios irregulares, en los cuales se les torturó para obligarlos a declararse culpables de delitos graves y no tuvieron acceso a una defensa adecuada.
Durante un foro sobre el tema, realizado ayer en el Museo Nacional de las Culturas, se explicó que Martín Gómez López, Roberto Martínez Pérez, Mario Díaz Rodríguez, Mariano Pérez Velasco, Felipe Díaz Méndez, Juan Castellanos Gómez, Marcos Gómez López, Mario Gómez López, Mariano Gómez López y Mario Díaz Rodríguez fueron sentenciados con base en delitos fabricados
.
El profesor y ex preso político Alberto Patishtán Gómez –quien permaneció en la cárcel de 2000 al 2013, acusado de forma irregular de haber participado en una emboscada– explicó que los nueve presos fueron víctima de tortura y malos tratos para obligarlos a incriminarse en delitos como secuestro y homicidio, lo cual es una represalia por su activismo social.
Además, dijo, no contaron con los servicios de un traductor que les explicara en su idioma materno cuáles eran los cargos en su contra, ni con un abogado que entendiera su contexto cultural, lo cual les impidió tener acceso a una defensa adecuada.
Ellos están presos por su acción política, por su lucha, y fue el sistema el que los llevó a la cárcel. Sus confesiones se obtuvieron bajo tortura, como hacen las autoridades de Chiapas, que no buscan al culpable de un delito, sino a quien lo pague. Por eso se encargan de meter a gente inocente
a la cárcel.
Incumplen compromisos
Los nueve presos –todos ellos detenidos en el Centro de Readaptación Social número 5, de San Cristóbal de las Casas– están esperando el resultado de amparos o de apelaciones a sus sentencias, y aunque el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, prometió revisar sus casos y liberarlos, hasta ahora ese compromiso no se ha concretado, lamentó Patishtán.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, también está al tanto de este caso, pero hasta el momento ninguna autoridad federal ni local ha incidido en la puesta en libertad de los indígenas.
En el foro estuvieron presentes los hijos de dos de los presos, quienes narraron en tzotzil –con la traducción de Patishtán– las dificultades que les ha generado el encarcelamiento de sus padres, como la pérdida de su patrimonio económico y el surgimiento de enfermedades en otros de sus familiares.