El Gobierno de la Ciudad de México incluyó el tramo norte de la avenida Insurgentes en su estrategia de corredores inmobiliarios, con la que pretende reactivar la construcción de vivienda social en la capital del país, la cual está detenida desde hace por lo menos 10 años, según datos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).

Con este suman 12 los corredores inmobiliarios del Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente, entre ellos el de Reforma Norte, que se prevé sea uno de los primeros que se eche a andar y que irá de las avenidas Juárez a Manuel González, e incluye también las calzadas de Guadalupe y de Los Misterios hasta la Basílica.

Se trata de una docena de vialidades y zonas que en los años recientes han sido abandonadas, por lo que han sufrido severo deterioro urbano, con viviendas de alto riesgo, lo que ha provocado, según un diagnóstico de la administración local, que tengan una subutilización de al menos 50 por ciento en cuanto a la edificación de casas-habitación se refiere, además de que en los pasados tres lustros han perdido población.

Con este programa se prevé que la ciudad alcance una inversión hasta de 45 mil millones de pesos, genere 183 mil empleos directos y 44 mil indirectos. Los corredores son: Pino Suárez; Eje Central, San Cosme; colonia Atlampa; avenida Chapultepec; Zona Rosa, Tacubaya; zona industrial de Vallejo, Reforma Norte y ahora Insurgentes Norte.

Cada proyecto que presenten las inmobiliarias interesadas en participar deberán cumplir con criterios como garantizar que al menos 30 por ciento de la vivienda a edificar en cada predio sea de índole social, respetar el uso de suelo, ser sustentables y contar con paneles solares y sistemas de captación de aguas grises y pluviales.

A cambio, el gobierno de la ciudad dará facilidades administrativas para llevar a cabo los desarrollos, específicamente la exención en el pago de impuestos como por adquisición de inmuebles, de derechos como uso de redes de agua y de trámites como registro de manifestación de construcción.

Fuentes de la administración local señalaron que se prevé que las viviendas de interés social que se construyan en estos corredores sean de entre 40 y 60 metros cuadrados, con una o dos recámaras –en algunos casos hasta tres– y deberán ser entregadas al menos con acabados básicos.

En esta estrategia se contará con la participación de instancias públicas como la Dirección de Servicios Metropolitanos, institutos de Vivienda local y nacionales, organizaciones sociales, sociedades cooperativas y desarrolladores inmobiliarios, que fungirán como promoventes de vivienda incluyente.

Con las facilidades administrativas que se otorgarán a las empresas, una vez aprobado el proyecto, se espera que en un plazo no mayor a tres meses se tenga todo listo para iniciar las construcciones, por lo que se prevé que éstas se desarrollen durante el próximo año.

Para el gobierno capitalino, señalaron las fuentes consultadas, es imprescindible reactivar la construcción de vivienda social, toda vez que se prevé que de aquí a 2024 se formen 272 mil nuevos hogares en la capital del país, así como para evitar el fenómeno de gentrificación (expulsión de residentes originarios).