Martes 22 de octubre de 2019, p. 6
Guanajuato, Gto., La compañía Schaubühne amLehniner Platz presentó en la edición 47 del Festival Internacional Cervantino (FIC) la parte oscura y sucia de Hamlet: ser enloquecido, violento, incapaz de ver qué es correcto en un mundo de contradicciones, corrupción y abuso de poder.
El director Thomas Ostermeier muestra las contradicciones del mundo y las de los seres humanos, incluso las del propio Hamlet.
El Hamlet de Ostermeier no es romántico, simpático ni amable; al contrario, es un hombre atrapado en su locura que no sabe cómo actuar frente a las atrocidades políticas y de abuso del poder que lo rodean.
El actor Lars Eidinger impresionó al público con su destacada interpretación.
La versión al alemán de esa obra de William Shakespeare, de Marius von Mayenburg, propone refle-xionar sobre las relaciones depoder.
En la escenificación se combina lo glamoroso de los personajes que están en el poder como la reina Gertrudis, siempre impecable y con gafas oscuras, con los momentos asquerosos, tierrosos y de locura de Hamlet.
En la obra Gertrudis y Ofelia son interpretados por la actriz Jenny König, quien mediante una peluca cambia de personaje.
La figura femenina es importante en la obra porque Hamlet es agresivo con Ofelia, pues cree que su amada se comportará igual que su madre; en su locura, el protagonista es un misógino, ya que maltrata a las dos mujeres.
La vida y la muerte se funden en el lodo, en el manifiesto horror de una mente que se descompone frente a nuestros ojos, que no está del todo equivocada, pues los amigos son espías y tras la lluvia siempre hay alguien escuchando.