Sábado 19 de octubre de 2019, p. 5
La Habana. Las condolencias por el fallecimiento de la cubana Alicia Alonso se multiplicaron ayer, mientras en la isla se preparan honras fúnebres en memoria de la artista cubana.
El Ministerio de Cultura anunció un homenaje a la bailarina y coreógrafa, quien murió el jueves a los 98 años. Será hoy en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, mientras sus restos serán inhumados en el cementerio capitalino.
‘‘Las instituciones culturales, las organizaciones de creadores, los artistas y escritores cubanos, de acuerdo con los familiares de Alicia Alonso, le dedican, no un duelo, sino un gran homenaje que compartirá todo su pueblo”, difundió la dependencia oficial.
Con apoyo del Estado, un programa de promoción de talentos desde la infancia y una disciplina que no admitía fallas, Alonso hizo que Cuba se convirtiera en una potencia del ballet al tiempo que conquistó al público local, llenando todas las funciones para un arte considerado elitista en otros países.
Sus alumnos cubanos de todas las edades y desde todos los lugares del mundo la recordaron ahora sin importar sus diferencias.
‘‘Me sumo al dolor por la muerte de Alicia Alonso, por todo lo que creó, por todo lo que nos dio”, sostuvo Carlos Acosta, actualmente director de su propia compañía y un astro de la danza mundial de la mano del Ballet Real de Londres, quien siempre destacó la importancia de haber sido aceptado pese a su mestizaje racial y su tipo amulatado, algo tan poco usual en la danza clásica.
Qué legado tan increíble
Otros bailarines reconocidos como Sadaise Arencibia y Raúl Abreu del Ballet Nacional de Cuba prefirieron pegar fotos en su página de Facebook rodeadas de corazones rotos o exclamaciones de pesar.
‘‘Acumulaste en tu palmarés un récord tras otro: fuiste la que se calzó las zapatillas de puntas hasta más tarde; la que apareció en alguna escena coreográfica pasado el umbral de los 90 años; la que bailó prácticamente ciega gran parte de su vida”, escribió Abreu, quien acompañó a Alonso en su última salida a escena en el Centro Kennedy en Washington en 2018.
Los cubanos Christopher Vázquez, hoy de la compañía dancística del Teatro Nacional de Belgrado, y Yosvani Ramos, en el Ballet de Colorado, se sumaron a las expresiones de amor hacia su maestra, así como Rolando Sarabia del Ballet de Washington, considerado una suerte de Vaslav Nijinsky isleño.
También expresaron su sentir Anael Martín, la isleña que dirige el Centro Andaluz de Danza de Sevilla formada por más de dos décadas por Alonso, y su compatriota Grettel Morejón, primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba.
Un mensaje de la Escuela de Ballet de Feijóo en Texas reconoció la grandeza de la maestra. La institución es dirigida por Lorna Feijóo, quien junto con su hermana Lorena, salió de la isla contra la voluntad de Alonso siendo jóvenes estrellas y ésta les impidió volver a bailar en Cuba.
‘‘La Escuela de Ballet de Feijóo está inspirada en su legado... pero sobre todo por su amor por la danza como arte”, indicó la compañía en su mensaje de condolencias para la hija de la artista, Laura, y su nieto Iván, reconocidos bailarines.
Y las reacciones se extendieron hasta sus admiradores y colegas extranjeros en el mundo. Frank Andersen, reconocido director artístico del Royal Danish Ballet, y la española Tamara Rojo, en la actualidad al frente del English National Ballet en Londres, compartieron su pesar.
‘‘Qué vida tan increíble vivió y qué legado tan increíble dejó atrás”, dijo Alexei Ratmánsky, coreógrafo y ex director del Ballet de Bolshoi.
Kevin McKenzie, director artístico del American Ballet Theatre, donde Alonso realizó algunas de sus presentaciones más memorables, expresó sus condolencias por el deceso de la artista cubana.