Con el apoyo de funcionarios del Instituto de Vivienda (Invi) y de la alcaldía Gustavo A. Madero, el líder del Movimiento de Alternativa Social (MAS), Édgar Torres Baltazar, intenta apoderarse de un terreno donde se construirán 180 viviendas, a pesar de que igual número de familias invirtieron sus ahorros para un departamento.

El ex diputado del PRD perdió el terreno localizado en el 3370 de Oriente 107, colonia Bondojito, ante todas las instancias legales, dijeron los afectados. Por la mala insiste en quedarse con el predio.

Expresaron que Torres Baltazar ha parado la obra, impedido el ingreso de trabajadores y golpeado a la gente sin que nadie lo detenga pese a las denuncias presentadas. Ante eso, para evitar el allanamiento de su predio, desde hace un año las familias montan guardias.

En 2007 el MAS realizó un contrato de compraventa con la Inmobiliaria Jomar y Roju para adquirir el terreno de 2 mil metros cuadrados; sin embargo, incumplió el convenio y nunca se formalizo el trato.

De acuerdo con los procesos legales, en 2012 el ex diputado demandó a esa empresa, pero la sentencia emitida el 11 agosto 2014 por el juzgado 59 de lo civil absolvió a la inmobiliaria por restringirle el contrato debido a su incumplimiento. El MAS apeló, pero la sexta sala civil del Tribunal Superior de Justicia local confirmó la sentencia anterior el 10 de noviembre de 2014.

El líder del MAS se amparó contra la sentencia ante el séptimo tribunal colegiado en materia civil; una vez más, el 9 de abril de 2015, la justicia federal le negó el amparo y perdió el terreno por completo.

A pesar de los fallos, años más tarde el Invi entregó a Torres 8.5 millones de pesos en billetes de depósito para comprar el terreno, que de acuerdo con la escritura realizada ante el notario público 86 e inscrita en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio con número 57256, el predio de Oriente 107 es propiedad del Fideicomiso 407, integrado por Banco Ve Por Más.

Esta institución convino con las familias construir 180 viviendas en julio y agosto del año pasado. Cada una pagó, pero al empezar la cimentación se presentó Torres con un grupo de choque, sacó a los trabajadores, intentó cercar el terreno y realizó pintas en las que se leía: Este predio es del MAS.

Las familias han buscado apoyo en la alcaldía y el gobierno capitalino sin obtener respuesta por los vínculos de Torres con funcionarios.