Nueva York. El jefe del régimen estadunidense acusó a un diputado demócrata que encabeza parte de la investigación en su contra de traición, advirtió que él y su gente están buscando desenmascarar al denunciante confidencial (sería ilegal), quien ahora teme por su seguridad personal, y citó a uno de sus aliados que alerta sobre una guerra civil en el país si el presidente es destituido, al continuar su furiosa reacción ante su posible juicio político.

Al cumplir una semana del inicio del proceso de su impeachment, detonado por revelaciones de que intentó presionar a un gobierno extranjero (Ucrania) para interferir en el proceso político-electoral doméstico contra uno de sus contrincantes demócratas (el candidato presidencial y ex vicepresidente Joseph Biden), Donald Trump está atacando a todos los que se atrevan a cuestionar su ejercicio del poder.

Mientras, los comités de la Cámara de Representantes aceleran sus investigaciones para formular cargos para un juicio político al presidente lo más pronto posible, algunos calculan que podría ser en unas semanas. El Comité de Inteligencia junto con otros dos giraron órdenes al abogado y asesor personal de Trump, Rudolph Giuliani, por documentos relacionados con sus actividades con el gobierno ucranio. En la carta los legisladores le indican que la indagatoria incluye alegaciones de que usted actuó como agente del presidente en una maniobra para avanzar en sus intereses políticos personales abusando el poder de la oficina del presidente.

También se está negociando la comparecencia del denunciante anónimo ante el Comité de Inteligencia, afirmó su presidente, el diputado demócrata Adam Schiff, quien indicó que se espera que eso ocurra muy pronto.

Schiff fue amenazado ayer, otra vez, por Trump, quien sugirió en un tuit que debería de ser arrestado por traición.

En la Casa Blanca, Trump comentó ayer a reporteros: estamos intentando averiguar la identidad del denunciante, tras asegurar que ha reportado cosas incorrectas. El denunciante es un agente de la CIA que estuvo asignado a la Casa Blanca y utilizó los canales oficiales para presentar su denuncia de que el presidente estaba usando su poder oficial para obtener la asistencia de otros gobiernos en beneficio de sus intereses políticos personales y por lo tanto supuestamente goza de protecciones federales, de acuerdo con la ley. Más aún, es notable que un mandatario investigado por abuso de poder se atreva a hacer algo así en esta coyuntura.

Sin embargo, sus abogados han expresado preocupación de que los comentarios de Trump en días recientes lo colocan en peligro personal. Peor aún, señalan que el presidente ha sugerido que los informantes del denunciante dentro de la Casa Blanca podrían ser considerados espías, y que ellos y el agente podrían ser culpables de traición”. Uno señaló que de acuerdo con la ley federal, el denunciante no puede enfrentar represalias ni sufir intimidación.

Ayer por la tarde se reportó que el denunciante está ahora bajo protección federal por temor sobre su seguridad personal, según CBS News.

A la vez, otros comités elaboran listas de otros testigos y solicitudes de documentos relacionados con el caso de Ucrania, entre otros, y esta semana están esperando declaraciones de la ex embajadora en Ucrania Marie Yovanovitch, quien fue retirada de su puesto por Trump de manera abrupta, y del ex enviado especial a ese país Kurt Volker, quien renunció la semana pasada.

Por primera vez, algunos republicanos están expresando alarma ante los ataques del presidente. Despues de que Trump envió un tuit la noche del domingo citando a un pastor cercano a él (asistió a su toma de posesión), quien comentó que si los demócratas logran destituir al presidente, eso causará una fractura tipo guerra civil en esta nación, el diputado republicano Adam Kinzinger respondió que eso era más que repugnante. Otros han empezado a titubear en su defensa del presidente, mientras un ex asesor del magnate consideró que no se puede descartar la gravedad de las acusaciones.

Más aún, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, afirmó ayer que no tendría opción más que permitir que procediera el juicio político de Trump si la cámara baja aprueba el impeachment, aparentemente poniendo así fin a la especulación de que McConnell buscaría la manera de evitar el juicio.

En este proceso la cámara baja opera como fiscal y finca los cargos que, si la mayoría los aprueba, el presidente es impeached, es decir, formalmente acusado de delitos que ameritan su destitución, y entonces el Senado se convierte en un tribunal para realizar el juicio (ver guía del proceso: https://www.jornada.com.mx/2019/ 09/27/mundo/027n2mun ).

Cada día se conocen nuevos detalles sobre la famosa llamada telefónica entre Trump y el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, en la cual Trump solicita el favor de impulsar una investigación sobre actividades de Biden relacionadas con ese país, y deja entender que la asistencia estadunidense a Kiev dependía de su colaboración en este asunto.

En esa conversación, Trump pide que el mandatario ucranio se coordine con Giuliani y con su procurador general William Barr para estos asuntos, con ello ambos ahora son parte de la investigación del impeachment. Ayer se reveló que el secretario de Estado, Mike Pompeo, participó en esa llamada, reportó el Wall Street Journal.

Y como suele suceder en estos casos, empiezan a brotar más revelaciones parecidas. Trump presionó al primer ministro de Australia, Scott Morrison, en una llamada telefónica reciente, para que brindara asistencia al procurador general Barr, quien realiza una pesquisa para descalificar la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller contra el presidente y su equipo, reportó el New York Times.

Por otro lado, el Washington Post reveló que Barr ha sostenido reuniones privadas con agentes de inteligencia de otros países para dañar las conclusiones de la investigación de Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales.

Una semana después de que se anunció el proceso formal de impeachment, nuevas encuestas registran un incremento significativo entre quienes favorecen proceder contra Trump.