El acoso y el hostigamiento sexuales están entre las prácticas discriminatorias más nocivas de los ámbitos laboral y educativo, advirtió la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Alexandra Haas Paciuc.

Durante la jornada de trabajo Comunicación incluyente y los costos institucionales del hostigamiento sexual y acoso sexual, afirmó que estos fenómenos están vinculados a la discriminación estructural que viven las mujeres.

Agregó que la discriminación no es un problema marginal, sino estructural, que ocasiona grandes brechas de desigualdad.

Aparte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alertó a través del Diagnóstico de hostigamiento sexual y acoso sexual en la administración pública federal 2015-2018, sobre 399 casos de hostigamiento y abuso en instituciones de la Administración Pública Federal (APF) contra 402 víctimas, ocurridos entre enero de 2016 y septiembre de 2018.

De acuerdo con el organismo autónomo estos números evidencian las relaciones desiguales de poder y el estado de indefensión de las víctimas, que con frecuencia quedan impunes por falta de mecanismos eficaces. Del total de casos señalados, sólo en uno por ciento se impuso sanción que impactó laboralmente al agresor.

En el documento, publicado en junio, la CNDH advirtió, con base en información proporcionada por 25 instituciones de la APF, que de enero de 2016 a septiembre de 2018, 61.19 por ciento de las víctimas de hostigamiento y acoso sexual se concentró en tres instituciones: Secretaría de Educación Pública, Secretaría de la Defensa Nacional e Instituto Mexicano del Seguro Social.

Del total de víctimas, 94.53 por ciento fueron mujeres; 3.23, hombres y en 2.24 por ciento no se reportó el sexo de las víctimas. Entre las principales conductas que se denunciaron se encuentran: Emitir expresiones o utilizar lenguaje que denigre a las personas o pretenda colocarlas como objeto sexual; insinuaciones, invitaciones, favores o propuestas a citas o encuentros de carácter sexual, entre otras.