El pleno del Senado elegirá y tomará protesta a la nueva directiva del órgano legislativo que encabezará Mónica Fernández Balboa, en medio de un conflicto que dividió a Morena que aún no concluye, y que llevó incluso al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador a exigir que se evite una división en el partido.

Fernández Balboa asumirá la presidencia del Senado con el apoyo de la mayoría de compañeros de Morena que anoche votaron por segunda ocasión en su favor, pero con una resolución de la Comisión de Honestidad y Justicia partidista que invalidó el proceso interno, del pasado día 19, en que fue electa para ese cargo, pero en el que se permitió votar también a las senadoras del PES.

Anoche, sin Batres, 54 de los 59 senadores de Morena se reunieron, luego de clausurar la plenaria, para elegir a Fernández Balboa como presidente y a Salomón Jara, como vicepresidente del Senado.

Ayer mismo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pidió a los senadores de Morena, con los que se reunió, que privilegien la unidad.

Sin embargo, el conflicto persiste y tanto el coordinador Ricardo Monreal, como la la senadora Mónica Fernández, interpusieron ayer un recurso ante la Comisión de Honestidad y Justicia, en contra de la resolución expedida un día antes, que dejó sin efectos la convocatoria al grupo para que eligieran una propuesta para integrar la mesa directiva y ordenó reponer el procedimiento”.

Los legisladores demandan a esa comisión que tramite ante la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial un procesopara la protección de los derechos político electorales del ciudadano, en contra de su arbitraria resolución. Independientemente de ello, Monreal amarró ya con las demás fuerzas políticas los votos necesarios para que Fernández Balboa sea electa hoy como la presidenta del Senado, la segunda mujer que accedería a ese cargo, después de la priísta María de los Ángeles Moreno en el sexenio de Ernesto Zedillo.

De persistir el conflicto en Morena, hay un plan para la presentación de una planilla propuesta por el PVEM, con Mónica Fernández a la cabeza. No es la primera vez que hay una disputa por la mesa directiva, pero nunca en la historia del Senado se dio de manera abierta y pública entre los integrantes del grupo mayoritario.

En el último año de la pasada legislatura, el entonces coordinador del PRI, Emilio Gamboa, decidió que su grupo apoyara al panista Ernesto Cordero, en contra de la opinión del PAN que estaba divido. Con el respaldo del tricolor, Cordero, que ya había presidido el Senado en el primer año, asumió el cargo en el último de la legislatura, en una tensa sesión en la que recibió gritos de traidor, traidor de sus compañeros de bancada.

No se prevé un escenario similar para hoy.

El aún presidente del Senado, Martí Batres, adelantó que actuará de forma institucional.