México encabezará en el contexto internacional la batalla contra el terrorismo, el supremacismo blanco, el racismo, crímenes de odio y la xenofobia; ese eje ideológico es el rival principalísimo a vencer, anunció el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard (SRE), en la reunión plenaria de diputados de Morena.

En la presentación de la política de defensa de los intereses del país en el exterior, explicó que la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la intención de Estados Unidos de hacer de México tercer país seguro, fue no permitirlo, por ningún motivo, cueste lo que cueste.

Ebrard destacó como triunfo importante de la diplomacia mexicana la resolución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que catalogó de acto terrorista la matanza del 3 de agosto perpetrada por Patrick Crusius, en El Paso, Texas.

La resolución, expuso, contiene un instrumento vital: la obligación de Estados Unidos de tomar las medidas pertinentes y necesarias para que este tipo de actos basados en una ideología no se propaguen en su territorio, e incluso que esto sea exigible por parte de México.

El titular de la SRE resaltó que para derrotar la ideología del supremacismo blanco el país cuenta con un gobierno legítimo, transparente y con respaldo popular, y con eso puede encabezar la batalla contra de todo lo que incluye esa corriente.

Subrayó que, desde el día del atentado, el gobierno federal lo consideró acto terrorista y asumió decisiones respecto del gran peligro que representa la existencia de una red de personas con el propósito de matar a otras de origen hispano.

El funcionario señaló que, en el contexto de la compleja relación con Estados Unidos, se continuará la defensa de la postura de que con pocos recursos se podrá lograr un cambio en la migración de los países de Centroamérica.

“No va a ser sencillo. El país se ha negado rotundamente –y ese ha sido un punto de tensión con Estados Unidos– a convertirse en tercer país seguro como lo es Canadá. Significaría que todas las personas que soliciten asilo tendrían que quedarse en México” mientras se resuelve el trámite, abundó.

Acotó que es una posición inaceptable e injusta, contraria a los principios de la política exterior mexicana, y que es una postura presentada a Washington en los meses recientes.

Refirió que, en la primera reunión con Christopher Landau, el nuevo embajador de Estados Unidos, se abordó la reciprocidad que debe existir en materia de seguridad y de combate al tráfico de armas, que es de altísima prioridad para el gobierno encabezado por López Obrador.

Agregó que se han iniciado in-vestigaciones sobre el funcionamiento del manejo de dinero de los cárteles de la droga en ambos países. Nuestra obligación es tener todo el panorama, el negocio es binacional.