El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León Carrillo, consideró que la desaceleración económica en el país es mayor a la anticipada y que se debe principalmente a factores internos más que externos.

Refirió que los factores que pudieran obstaculizar el crecimiento económico están relacionados con la incertidumbre política interna, inseguridad, impunidad, corrupción y estado de derecho, por lo que han perdido peso las condiciones externas.

El mercado laboral, señaló, venía con un alto ritmo de generación de empleo y ahora la brecha del mercado laboral o la tasa de desempleo respecto de su tendencia a mediano y largo plazos está en territorio negativo.

Se había generado bastante empleo en los últimos años y esto se ha debilitado y hay cierto repunte en la brecha de desempleo, lo que ha contribuido en la desaceleración económica.

Explicó que el incremento salarial en la frontera fue pronunciado y parte de sus efectos en costos estuvo mitigado por ajustes en la parte tributaria, pero sí tuvo un impacto importante en la parte salarial y esto contribuyó a una menor generación de empleos.

Advirtió que en la medida en que se incrementa la parte salarial, la consecuencia natural es que se genere menos empleo, como lo hemos visto en meses recientes. Por su parte, el sector informal también ha presentado cierta desaceleración en sus ingresos y esto ha venido funcionando en parte como variable de ajuste.

Para fines de política monetaria sintetizamos algo que se conoce como la brecha de producto, que es la diferencia entre el ritmo de crecimiento de la economía en relación con su potencial a largo plazo, y cuando decimos que estamos en terreno negativo es cuando claramente la actividad económica está por debajo de su ritmo de crecimiento potencial. Hay cierta capacidad no utilizada en la economía y esto explica parte de la desaceleración.

Al participar en el foro Estrategia Banorte: El reto social de la banca”, el funcionario declaró: estamos en un mundo en el que se espera menor inflación por la reducción de los precios de los energéticos y se observa una expectativa de caída en las tasas de interés. Se anticipa, dijo, desaceleración económica global con menor inflación y con bancos centrales con políticas monetarias más laxas.

Agregó que la volatilidad que se presenta en los mercados internacionales ha generado menor apetito de riesgo, lo que ocasiona menores flujos de inversión a las economías emergentes. En consecuencia, los inversores están buscando rendimiento en instrumentos de renta fija.

Destacó que ante menores ingresos públicos, a raíz de la caída en la plataforma de extracción de crudo y menores flujos de capitales, se requieren ajustes en el gasto público, pero de manera ordenada, sin perder la estabilidad.

El funcionario subrayó que los servicios financieros no se deben disociar de los usuarios. Un reto es el acceso al crédito que nivela y permite a los hogares y familias suavizar sus patrones de deuda y gasto. Es muy claro que las nuevas tecnologías ofrecen beneficios en todo el mundo, pero son amplios y marcados en las economías emergentes, con mejores servicios.