Oaxaca y Chiapas, considerados entre los estados a escala nacional donde hay menos ingresos, son también donde la infraestructura hospitalaria está más alejada de los usuarios. En caso de una emergencia, el promedio para llegar a un sanatorio desde cualquier punto es de 69 minutos, revelan datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2018.

La situación para Oaxaca sigue exactamente igual que hace dos años. De acuerdo con el sondeo de 2016, se encuentra sin mejoría, pero sin deterioro. Para Chiapas aumentó de los 55 minutos mencionados en dicho ejercicio. Ambos estados, cabe señalar, se encuentran en los promedios de ingresos y gastos más reducidos.

En dichas entidades la proporción del gasto que se destina a salud se encuentra entre las más altas, por arriba de la media nacional.

En Oaxaca es de 3.36 por ciento y en Chiapas de 3.22. La media nacional se ubica en 2.63.

Ese indicador también creció desde todas las demarcaciones, según el promedio reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que pasó de 40 a 42 minutos el tiempo promedio que una persona tarda en trasladarse para recibir atención hospitalaria.

En 23 estados avanzó el tiempo en que un habitante demora en llegar a un sanatorio.

En Chiapas, donde en semanas recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un recorrido por ese tipo de servicios, se presentó el mayor deterioro: un incremento de 14 minutos promedio para que los habitantes de alguna de sus comunidades puedan acceder a dicha atención.

En Hidalgo se incrementó siete minutos, y en el caso de Nayarit, Guerrero y Ciudad de México en seis. Ello, sin que el Inegi detalle las causas.

En 2017 los sismos de septiembre afectaron 949 hospitales. En septiembre del año pasado 97.8 por ciento de esos inmuebles operaban con normalidad, de acuerdo con la Secretaría de Salud.

Las unidades afectadas se encuentran en Chiapas, estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Tabasco, Oaxaca y Ciudad de México.