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Ver día anteriorSábado 10 de agosto de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Mayor inversión para crecer // Aumentar pública y privada

L

ejana se ve la posibilidad de que la economía mexicana crezca 2 por ciento en el primer año de gobierno, aunque el proyecto original apuntaba a 4 por ciento. Diversos factores internos y externos se han conjugado para que tal objetivo quede momentáneamente pospuesto, de tal suerte que de aquí en adelante la nueva administración debe implementar una serie de modificaciones para que la maquinaria comience a funcionar.

Para el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, por medio de su Coordinación de Análisis Macroeconométrico Prospectivo –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes–, el gobierno del presidente López Obrador promete cambios importantes en la forma de llevar la economía del país, con el fin de fortalecer el mercado interno mediante políticas de redistribución del gasto público y apoyo a los sectores que han sido abandonados en sexenios anteriores, como el energético, agroindustrial y el campo, además de impulsar particularmente el sureste del país fomentando la industria y el turismo en esta región. Se ha prometido el abatimiento de la corrupción, la impunidad y el despilfarro de recursos públicos, así como la reducción de la inseguridad.

Todos son objetivos deseables y sin duda pueden incentivar el crecimiento económico y el saneamiento de las finanzas públicas. Sin embargo, la puesta en marcha de todos ellos requiere de recursos suficientes, tanto públicos como privados, y que éstos se inviertan de manera estratégica y eficiente. Además, el revertir o apaciguar las diferentes tendencias negativas con las que recibe el nuevo gobierno la economía, como el aumento de la deuda pública o la falta de inversión, tiene un costo importante y enfrenta diversos intereses de grupos de poder en el país, por lo que esto no será una tarea sencilla.

Dadas las condiciones macroeconómicas y la estructura productiva actual, para que México pueda crecer a una tasa de 3.24 por ciento, con una inflación de 3.8 por ciento, se debe tener como mínimo una inversión total de 25 por ciento como porcentaje del producto interno bruto (PIB) para evitar caer en una fuerte presión en los balances primario y comercial.

Además, para crecer 4 por ciento de manera sostenible, como sugiere el gobierno federal, se requeriría que la inversión privada crezca más de 21 por ciento como porcentaje del PIB (en 2018 fue de poco más de 19 por ciento) y la pública 5 por ciento (en 2018 fue de alrededor de 3 por ciento), lo cual implicaría hacer una reforma fiscal, no solamente gastar mejor como lo propone el gobierno federal, para que no haya desequilibrios económicos.

Establecer una política industrial para que disminuya el componente importado de los productos (encadenamiento de las industrias) que se producen y consumen en el país y haya un aumento en la productividad, sobre todo en el sector de exportables, para tener una balanza comercial estable.

La nueva forma de política económica que se desea instrumentar debe tener objetivos más ambiciosos que aquellos planteados por los gobiernos anteriores, los cuales tomen en cuenta aspectos sociales como el bienestar de la población y la mejor distribución de los recursos, así como el cuidado del medio ambiente, entre otros. El país participa en las cadenas de producción y comercio internacionales, por lo que es necesario insertarlo en las áreas globales con mayor valor agregado.

En general, es necesario establecer objetivos claros y medibles para alcanzar un alto crecimiento y desarrollo económico, lo que debe ir acompañado de una planeación enfocada en aprovechar estratégicamente las ventajas competitivas que tiene el país, así como de coordinación entre las políticas fiscal, industrial y monetaria, y de cooperación entre las diversas dependencias de gobierno y la sociedad civil en la búsqueda de cumplir con estos propósitos de la mejor manera posible.

Las rebanadas del pastel

Encarcelado está el autor material de la matanza de mexicanos en El Paso; sólo falta el autor intelectual, que despacha en la Casa Blanca.