El Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida) ya tiene acceso a un esquema innovador en el tratamiento del virus, que permite a los pacientes una mejora sensible en su calidad de vida, pues en una tableta ofrece una combinación de fármacos de alta eficacia y un método simple de consumo (una toma única diaria), lo que eleva la adherencia al tratamiento.

En conferencia de prensa, especialistas de una empresa de biotecnología con presencia en el mercado nacional desde hace alrededor de cuatro años, destacaron que el nuevo tratamiento antirretroviral, que se incluyó como parte de la compra consolidada de medicamentos en esta administración federal, es una fórmula segura, con una menor tasa de eventos adversos y una mayor tolerancia para el paciente.

Recordaron que en los inicios del tratamiento antirretroviral, a finales de la década de los años 80, los pacientes solían tomar entre 30 y 20 comprimidos diarios, lo que generaba elevados efectos secundarios y una mala calidad de vida, así como una mayor dificultad para generar adhesión al tratamiento, lo cual limitaba su impacto positivo en su salud.

Agregaron que luego de tres décadas de investigaciones se generó una de las terapias más innovadoras y eficaces para atacar al VIH, pues con una pastilla única se logra alcanzar, si el paciente mantiene su adhesión al tratamiento, que el virus sea indetectable, lo que rompe la cadena del contagio.

Ruby Chirino, directora médica del laboratorio destacó que se trata de una tableta que incluye tres medicamentos: bictegravir; emtricitabina y tenofovir alafenamida. Se trata del medicamento de más reciente autorización en el mercado mexicano y también, indicó, es el recomendado para el inicio y optimización del tratamiento antirretroviral, de acuerdo con la Guía de Manejo emitida por la Secretaría de Salud.

Agregó que se calcula que en México existen 230 mil personas viviendo con el virus del VIH. A escala nacional se estima que 35 por ciento de la población infectada con el virus desconoce su condición, y de quienes ya fueron diagnosticados, 93 por ciento accede al tratamiento y 81 por ciento se reporta con virus indetectable, por lo que destacó que el VIH dejó de ser una enfermedad terminal, para convertirse en una condición crónica.