Autonomía y respeto es la exigencia central de los pueblos indígenas y afromexicano, cuyos representantes concluyeron el proceso de consulta para la reforma constitucional y legal sobre sus derechos.

El documento final, de 24 cuartillas, será entregado hoy al presidente Andrés Manuel López Obrador en Durango, a fin de que el Ejecutivo envíe al Congreso de la Unión la iniciativa correspondiente.

La propuesta puntualiza temas irrenunciables para los pueblos originarios y representan, de acuerdo con este criterio, una base para la transformación. Se exige, por ejemplo, el reconocimiento al municipio indígena (con la asamblea comunitaria como instancia máxima de toma de decisiones), así como educación comunitaria e intercultural en todo el país.

En este último punto se propone una reforma para que el Estado reconozca y garantice el derecho de los pueblos indígenas y migrantes a la educación comunitaria, plurilingüe e intercultural en todos los niveles y modalidades, basados en sus especificidades culturales, lingüísticas y conocimientos tradicionales.

Plantea un esquema amplio para el reconocimiento pleno –político y social– del pueblo afromexicano.

En la propuesta fueron delineados capítulos relacionados con derechos de las mujeres indígenas y modificaciones constitucionales para el respeto y reconocimiento de derechos sobre sus tierras y territorios, incluso los considerados estratégicos para la nación.

Además, enmiendas a la Carta Magna para que se reconozca el derecho a la consulta libre, previa e informada cuando se afecte de manera administrativa y legislativa a los pueblos indígenas, afromexicano y a las comunidades equiparables. También se entregarán al mandatario propuestas en torno a salud, comunicación y protección del patrimonio cultural, entre otras.

Para llegar a las propuestas finales, integrantes de los 68 pueblos originarios del país trabajaron más de dos meses en 54 foros regionales y en uno nacional en la Ciudad de México, a donde acudieron esta semana más de 600 representantes de comunidades, que se dividieron en 16 mesas de trabajo.

Cada una emitió sus conclusiones, cuyo eje común es el reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas como sujetos con plena capacidad para ejercer derechos a la libre determinación y autonomía, libre asociación, acceso a una jurisdicción territorial y un sistema de gobierno, así como para ejercer los sistemas normativos que regulen su organización política, jurídica, social, cultural, económica, administrativa y comunitaria y su identidad cultural.

Los trabajos de los foros regionales y del nacional –en el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra cada 9 de agosto– fueron coordinados por la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, cuyo titular, Adelfo Regino, destacó: Así como sembramos maíz y frijol en la bendita tierra que nos han heredado nuestros antepasados, así como cultivamos la milpa, que el día de mañana, nuestros hijos e hijas tengan cosecha abundante y que de una vez por todas México encuentre en su historia, en su raíz, en sus pueblos indígenas y afromexicano, la paz, la unidad, la reconociliación, el renacimiento que por tanto tiempo hemos anhelado.