Luego de afirmar que no ve amenaza de recesión, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que, aun cuando hubiera disminución en el crecimiento económico, ahora hay una mejor distribución del ingreso y mayor desarrollo.

Argumentó que dos de los tres indicadores más importantes tienen reportes positivos. La inflación está controlada y el peso se fortalece, aseguró, por lo que pidió a los medios de información responsabilidad en la difusión de las proyecciones.

“No veo amenaza de recesión. ¿Por qué no dicen que el peso es la moneda que más se ha fortalecido en el mundo en relación con el dólar en este tiempo? ¿Por qué no dicen que hay menos inflación que antes? Estoy hablando de dos variables importantes.

Aceptando, sin conceder, que exista una disminución en la tasa de crecimiento, no tengo la menor duda de que puede existir esa tasa de reducción, mejor dicho esa disminución en la tasa de crecimiento, está aumentando el nivel de desarrollo, porque ahora hay una mejor distribución de ingreso, aseveró.

En la conferencia de prensa matutina, realizada en Tepic, el Presidente habló de la importancia del crecimiento con bienestar, lo cual, dijo, se está logrando.

¿Cuál es la diferencia ahora? Que aunque haya menos crecimiento existe más desarrollo y más distribución de la riqueza, pero esto no lo conciben los tecnócratas, subrayó.

El mandatario habló de economía, pero también de la suerte.

Sostengo que vamos bien y que estamos de buenas, porque también la suerte cuenta mucho. No sólo la virtud, no sólo el trabajo, la perseverancia, (sino) la suerte, y hemos tenido suerte.

Anticipó que continuará la crítica a su estrategia, porque molesta mucho que se haya decidido acabar con la corrupción. Ese es el fondo.

Dijo que durante el periodo neoliberal no hubo crecimiento y tampoco distribución de la riqueza, de ahí que ahora haya una especie de nostalgia y un club de defensores de esa política fracasada.

Todavía no se resignan, agregó, a que no vamos a seguir con esa política económica.

Por todos lados están insistiendo, dijo sobre las advertencias de Bank of America Merrill Lynch acerca de una inminente recesión y los pronósticos de desaceleración emitidos por el Banco de México.

Silencio cómplice

Las corredurías y la prensa financiera internacional y nacional, añadió, fueron como alcahuetes o al menos guardaron silencio cómplice sobre la política de saqueo que se padeció en México.

Apuntó que los tecnócratas y los medios de información que destacan esas proyecciones se frotan las manos para que haya recesión, como la del final del sexenio de Carlos Salinas y el inicio del mandato de Ernesto Zedillo (1994-1995). Ojalá se equivoquen.

Ahora, dicen, se proyectó 2 por ciento de crecimiento y no se va a alcanzar el crecimiento. El pronóstico es que va a ser de uno. En el supuesto de que sea así, estamos hablando de crecimiento, no de decrecimiento.

Más tarde el jefe del Ejecutivo viajó a Guadalajara, donde se reunió con empresarios de Jalisco para impulsar la actividad productiva.

En el encuentro, a puerta cerrada, se acordó instalar mesas tripartitas de trabajo, encabezadas por el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; el gobernador del estado, Enrique Alfaro, y líderes empresariales locales, con el propósito de impulsar la producción y tener acceso a los créditos de la banca de desarrollo para fortalecer la generación de mercancías y el mercado interno.

Posteriormente, López Obrador hizo un recorrido de supervisión de las obras de la línea del tren ligero de Guadalajara.