Teherán. Irán negó ayer categóricamente que haya ocurrido incidente alguno en el estrecho de Ormuz y reiteró que continuará garantizando la seguridad esa estratégica ruta, luego de que Gran Bretaña aseguró que tres barcos de la Guardia Revolucionaria iraní amenazaron a una embarcación británica.

“En contra de la ley internacional, tres barcos iraníes intentaron impedir el paso de un barco comercial, el British Heritage, a través del estrecho de Ormuz”, sostuvo el gobierno británico en comunicado.

Explicó además que la Marina Real tuvo que intervenir desplegando una fragata para acudir en ayuda de este petrolero propiedad de BP Shipping, filial de transporte petrolero del gigante British Petroleum.

“El HMS Montrose se vio forzado a posicionarse entre los barcos iraníes y el British Heritage y a emitir una advertencia a los barcos iraníes, que se dieron la vuelta”, añadió.

La cancillería de Irán, así como los Guardianes de la Revolución de Irán, negaron que hubieran impedido el paso a un petrolero británico en el estrecho de Ormuz, informaron las agencia de noticias Farsi y Sepah

El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, rechazó las acusaciones británicas calificándolas de inútiles y agregó que se realizaron para crear tensión, según reportó la agencia. No ha habido confrontación en las pasadas 24 horas con ningún buque extranjero, incluidos los británicos, informaron los Guardianes de la Revolución en un comunicado.

Posteriormente lanzaron una advertencia a Estados Unidos y al Reino Unido, asegurando que lamentarían mucho la detención por parte de la marina británica del buque iraní Grace 1 la semana pasada frente a las costas de Gibraltar por supuestamente transportar petróleo hacia Siria violando sanciones internacionales.

El miércoles, el presidente iraní, Hassan Rouhani, amenazó a Londres con consecuencias tras la interceptación del buque iraní Grace 1.

Ayer, la policía de Gibraltar detuvo al capitán y al primer oficial del Grace 1, ambos de nacionalidad india, para ser interrogados por la policía. En ese contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló por teléfono con su homólogo Benjamin Netanyahu sobre las acciones malignas de la república islámica.

Los dos dirigentes hablaron de la cooperación entre Estados Unidos e Israel para promover su seguridad nacional (...) en particular los esfuerzos para impedir las acciones malignas de Irán en la región, escribió en un comunicado el subsecretario de prensa del Trump, Judd Deere.

Netanyahu confirmó en un tuit, que habían discutido “acontecimientos regionales y temas de seguridad (…) El más importante de ellos fue Irán. Le agradecí al presidente Trump su intención de aumentar las sanciones contra Irán”.

En tanto, Rusia y la Organización de las Naciones Unidas pidieron por separado actuar con moderación a todas las partes del incidente en el estrecho de Ormuz.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, llamó a evitar cualquier escalada y a actuar con máxima moderación, expresó su portavoz Farhan Haq.

Washington ha hecho todo lo posible para que esta crisis, esta agravación, persista, afirmó el viceministro de la cancillería rusa, Serguéi Riabkov, citado por la agencia Ria Novosti.

En 2018 Estados Unidos abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear llamado Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), alcanzado en 2015 por distintas potencias mundiales.

El ex vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, precandidato presidencial por el opositor Partido Demócrata para los comicios de 2020, advirtió que si Irán vuelve a cumplir con el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, su administración podría regresar a formar parte del acuerdo nuclear con ese país.