En México hay 3.2 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 17 años de edad que se encuentran en situación de trabajo infantil, en abierta violación a sus derechos y con graves consecuencias para su futuro, dijo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Lo peor de ello es que la mayoría –2.1 millones– lo hace en condiciones de inseguridad que ponen en riesgo su salud, señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De los 2.1 millones de menores ocupados en trabajos no permitidos, 61.3 por ciento realiza actividades peligrosas, mientras 38.7 por ciento no cumple con la edad minima de 15 años para laborar, reportó el Inegi en ocasión del Día del Trabajo Infantil.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social anunció que realizará una encuesta a finales del año para detectar las zonas donde se presenta el trabajo de menores edad, para erradicarlo hacia 2025.

Durante la sesión de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida en México, presidida por la titular de la dependencia, Luisa María Alcalde, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sostuvo que se debe buscar que los jóvenes que busquen empleo no laboren en condiciones precarias, sin seguridad social y con salarios indignos.

Tenemos la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador de diseñar y apoyar las iniciativas que lleven a niños y adolescentes a cumplir sus sueños, alejados de situaciones que pongan en riesgo su desarrollo integral, y así lo haremos, agregó la funcionaria federal.

El Inegi señaló que en una década ha habido avances. Mientras en 2007, 3.5 millones de niños se encontraban en actividades inseguras, para 2017, el más reciente levantamiento informativo, llegó a 2.1 millones de personas.

También señaló que uno de cada 10 menores lleva a cabo labores domésticas y 90 por ciento no asisten a la escuela por el trabajo.

Por sector, en México, el agropecuario concentra la mayor parte de la población infantil ocupada (34.5 por ciento); le siguen el de servicios (22.3 por ciento), comercio (20.3 por ciento), industria (14.3 por ciento) y construcción (6.9 por ciento).

El 38.9 por ciento de los pequeños aporta de su ingreso al hogar; y entre quienes laboran en trabajos no permitidos, 22.1 por ciento lo hace para pagar sus estudios y sus propios gastos y 28.5 por ciento porque su hogar necesita de trabajo o aportación económica.

La CNDH, por su lado, dijo que la explotación de los menores constituye una práctica violatoria de sus derechos que afecta su desarrollo físico, sicológico y su dignidad y genera graves consecuencias en su futuro.

En el mismo tono, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) destacó que el trabajo infantil puede afectar el acceso y el aprovechamiento en educación, lo que limita la posibilidad de que vivan en condiciones de bienestar y sano desarrollo.

Advirtió que entre los trabajos no permitidos para los pequeños se encuentran las labores nocturnas, industriales, en obras de construcción o aquellas en las que se exponen a químicos contaminantes o residuos peligrosos. De igual forma los considerados como ligeros (que, en principio, no perjudican su desarrollo, salud o asistencia a la escuela), pero que pueden representar un riesgo si la jornada laboral es muy larga, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo.

El Inegi agregó que Nayarit es el estado con mayor tasa de menores en condición de trabajo, con 19.7 por ciento; seguido por Zacatecas con 18.9 por ciento, aunque una investigación del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México, refiere que 8.4 por ciento de la población infantil que labora se concentra en los estados de Colima, Guerrero y Puebla.

La investigación Esclavitud moderna de la infancia: los casos de explotación laboral infantil en las maquiladoras, del egresado de Trabajo Social Joaquín Cortez Díaz, encontró que en Puebla los menores de edad, debido a la escasez de recursos económicos y al desconocimiento de sus derechos humanos, son explotados con jornadas de trabajo de 12 horas, condiciones precarias y salarios bajos.

La Organización para la Alimentación y la Agricultura informó que a escala global, el número de niños que se ocupa en la agricultura aumentó en 10 millones desde 2012.Actualmente 108 millones de menores de edad laboran en la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca o acuicultura en distintas naciones del mundo.

Ante esto llamó a los países a que asignen más recursos en la lucha contra el trabajo infantil en las cadenas nacionales y locales de suministro de alimentos y en la agricultura de subsistencia, donde se detectó que existe más cantidad de niños trabajadores.