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Las fronteras
AMLO afirma que no existirán motivos para que haya represalias
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▲ Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional y ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard defendió el acuerdo alcanzado con Estados Unidos.Foto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de junio de 2019, p. 3

Mediante el acuerdo con Estados Unidos, México impidió la imposición progresiva de aranceles que, llegados al extremo, pudieron colocar al borde del colapso a la economía nacional, y ganó tiempo para demostrar la eficacia de la visión mexicana de que el desarrollo regional atemperará los flujos migratorios, señaló el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien reconoció que del pacto se desprende un plazo de 45 días para que el país reduzca el flujo de indocumentados.

El canciller descartó la existencia de cláusulas secretas, como sugirió el presidente estadunidense, Donald Trump, y detalló que en la negociación –que calificó de tensa y muy difícil– se fijó a México este periodo que, al concluir, obliga a volver a reunirse para evaluar la eficacia de las medidas, que incluyen el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur.

Sin embargo, a pregunta expresa sobre el plazo tan corto para alcanzar la reducción drástica de los flujos migratorios, el canciller justificó: “Es que en las reuniones de la semana pasada mi horizonte de tiempo era de dos días; entonces, si tú me dices: ‘Ganamos 45’, se me hizo buenísimo”. Es decir, no hay tarifas hoy. No hay una amenaza de tarifas en 90 días o en 45.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo estar contento y satisfecho porque con el acuerdo alcanzado se evitó una crisis económica y financiera. Es cosa de imaginar cómo se estaría iniciando esta semana con la aplicación de aranceles, indicó el mandatario, quien indicó que durante la conversación telefónica con Donald Trump acordaron que en 90 días volverán a entablar comunicación para revisar los avances.

Yo estoy optimista y estoy seguro de que no va a haber represalias, porque no va a haber motivos de ningún tipo y México va a seguir siendo un país con oportunidades para la inversión, agregó.

De entrada, el mandatario encabezó una reunión con diversas dependencias involucradas, con el fin de diseñar la instrumentación del plan inmediato para atender la migración que incluye, entre otros aspectos, los programas sociales para ofrecer trabajo, como Sembrando Vida.

Durante su exposición, Ebrard descartó que como consecuencia del acuerdo México vaya militarizar su frontera sur, como se ha cuestionado, pues, argumentó, sólo se desplegará a la Guardia Nacional –dijo sin entrar en mayores detalles– y solamente se adelantará la movilización de efectivos.

También negó que se pretenda criminalizar a los migrantes, postura ajena, dijo, a la concepción mexicana, pero está clara la necesidad de registrar los ingresos. México no puede permitir que haya un flujo de millón y medio de personas por su territorio sin saber cómo se llaman siquiera.

Impacto de los impuestos

México llegó a la negociación con la prioridad de desvincular el ámbito comercial del tema migratorio, señaló Ebrard, quien expuso que el informe presentado por su par estadunidense marcó las conversaciones: el reporte de mayo de aprehensiones en la frontera norte contenía cifras superiores a 140 mil personas, una tendencia que proyectaba hacia final del año 1.6 millones de migrantes detenidos.

Para ponderar los alcances del acuerdo, desglosó el impacto potencial de la imposición de 5 por ciento de aranceles en la economía. Hubiera sido como incrementar el IVA de golpe 10 por ciento; en términos de condiciones de vida implicaría probablemente la pérdida de un millón 200 mil empleos, una caída en el producto interno bruto de más de un punto, porque primero habría sido 5 por ciento y después 10, y así sucesivamente.

El funcionario reconoció que la postura estadunidense, encabezada por el vicepresidente, Mike Pence, fue dura en el sentido de exigir que México fuera un tercer país seguro o primer país de asilo, situación que no fue aceptada en sus términos. Se remitirán a territorio nacional las personas que se puedan recibir, alrededor de 10 mil. Sin embargo, explicó que México apoyará la medida porque respetamos el derecho de asilo.

En su exposición aludió al tuit de Trump sobre presuntos acuerdos secretos e incluso de que México se obligaba a adquirir de Estados Unidos mayores productos agrícolas. En este último aspecto, interpretó que el presidente estadunidense lo asociaba al hecho de que al no desatarse una guerra comercial, no se caerían las adquisiciones mexicanas de granos.

Sobre posibles cambios legales en México sugeridos por Trump, precisó que eventuales medidas adicionales implicarían la anuencia del Senado mexicano. Detalló que ambas partes acordaron que de no alcanzarse resultados satisfactorios, entre ellos que los números se estabilicen, se emprenderán otras acciones. Refirió que para Estados Unidos el objetivo es reducir los flujos de migración a cero, pero esa posición es muy difícil.