Zacatecas, Zac., Cientos de comunidades rurales de todo el país se enfrentan actualmente a un modelo extractivo depredador fomentado por los tres niveles de gobierno, cuyas autoridades, de manera sumisa y servil, han decidido abandonar a los pueblos para entregar nuestra tierra y nuestros bienes naturales a capitales nacionales y extranjeros, concluyeron los asistentes al primer Encuentro de Pueblos Afectados por el Modelo Extractivo en México, celebrado en el ejido El Potrero del municipio de Jiménez de Teúl, donde los gobiernos federal y estatal pretenden construir la presa Milpillas y un acueducto de 200 kilómetros.

Las conclusiones de la reunión se difundieron este lunes en un comunicado conjunto de las organizaciones sociales convocantes: el Movimiento por la Defensa del Territorio y el Río Atenco, el Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas, la Red Mexicana de Afectados por la Minería, el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo de Jalisco contra la Presa el Zapotillo; el Frente Popular en Defensa del Soconusco, Chiapas; el Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio; Guadalcázar, San Luis Potosí Municipio Libre de Minería Metálica, y Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos.

Se informó que los asistentes presentaron durante dos días las experiencias en sus comunidades, su lucha en contra de megaproyectos de muerte, como campesinos e indígenas llaman a las presas hidroeléctricas, gasoductos, acueductos, minas y fábricas de cianuro que han generado daños y afectaciones a pueblos, comunidades, familias y bienes naturales.

La presa Milpillas, inviable e innecesaria

En el foro, realizado el fin de semana y al que acudieron autoridades ejidales y comunitarias procedentes de Chiapas, Coahuila, Jalisco, San Luis Potosí, Durango, Puebla, Guanajuato y Guerrero, así como una veintena de representantes de organizaciones sociales, se advirtió que el proyecto hídrico Milpillas es inviable e innecesario. Además, el río Atenco es esencial para la reproducción de la vida en toda la región y represarlo traería consecuencias graves, contaminaría el agua y devastaría los ecosistemas.