El consumo en el mercado interno tuvo su comportamiento más débil en los pasados seis meses, al descender 1.5 por ciento respecto a febrero, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y a tasa anual reportó la primera contracción desde 2012, al retroceder 0.8 por ciento. Se vio sobre todo una caída en el consumo de bienes importados.

De acuerdo con especialistas, las cifras parecen un poco contradictorias, dado que están en pie los programas sociales del gobierno que suponen una dispersión de recursos para estimular el mercado interno, así como un incremento relevante al minisalario; pero simultáneamente ha habido una pérdida de empleos formales y un retraso en las transferencias de la política social.

El Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior –que mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo, el componente más significativo de la economía por el lado de la demanda– a tasa anual cayó 0.8 por ciento. A su interior se observa que la compra de bienes importados descendió 6.7 por ciento y 2.1 por ciento la de bienes importados.

Una caída en el consumo refleja cierta incertidumbre y la desaceleración de la actividad económica que se ha llevado a cabo los primeros meses de este año, explicó en declaraciones a La Jornada César Salazar López, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. No obstante, a su parecer el dato va a contracorriente de la implementación de la política social. Al tiempo que no es tan viable explicarlo por el lado del ahorro, cuando casi dos terceras partes de quienes trabajan ganan menos de tres minisalarios.

Ante la escasez del ingreso, la mayoría de las personas tiene que destinar un porcentaje muy importante de su capital a la compra de bienes y servicios primarios, me parece que no hay mucho margen para que el ahorro sea una decisión, consideró.

Iván Arias, director en el área de estudios económicos de Citibanamex, explicó en entrevista aparte, que la desaceleración del consumo en el mercado interno no sólo atiende a la incertidumbre política, también refleja la pérdida de empleos formales; así como el que programas de gobierno apenas están en fase de implementación.

Añadió que esta caída en el consumo se ve desde el año pasado. Ello, sumado a los niveles de tasas de interés –en 8.25 por ciento que le ubican en niveles históricos– y una inflación a la baja, hacen más costoso el consumo. Desde Citibanamex, explicó, se considera que estos datos abren la puerta para que la Junta de Gobierno del Banco de México vuelva menos restrictivo su planteamiento monetario.