Cuba dio luz verde este miércoles a la creación de redes privadas de wifi y anunció la autorización para importar routers, una medida hasta ahora prohibida en el país. Los usuarios captarán la señal que el monopolio estatal de telecomunicaciones Etecsa irradia en los edificios, parques y plazas públicos, donde los ciudadanos habitualmente van a conectarse porque no tienen otra alternativa. El usuario accederá a la red mediante una cuenta de prepago con usuario y contraseña, o a través de una tarjeta con clave que se raspa, cuyo costo es de alrededor de un dólar por hora.