A raíz del desempeño de la economía en el primer trimestre del año, el Banco de México recortó su expectativa de crecimiento para 2019, al pasar de un rango de 1.1 a 2.1 por ciento a entre 0.8 y 1.8 por ciento. También se espera menor creación de empleos y mayor inflación.

Entre los riesgos considerados para recortar aún más este pronóstico se enlistan las disputas comerciales externas, un retraso en la ratificación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, así como un deterioro en la calificación de la deuda soberana y en la de Petróleos Mexicanos.

En conferencia de prensa, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (BdeM), expuso que el ajuste refleja el desempeño de la economía durante el primer trimestre de 2019, cuando el producto interno bruto (PIB) se contrajo 0.2 por ciento. No obstante, recalcó que ello se debió a factores transitorios y se espera una mejora en lo que resta del año.

100 a uno, perdería la apuesta

Algunos integrantes de la junta de gobierno del banco central confiaron en que no habrá un deterioro generalizado en la economía. Declaraciones en línea con el desafío de Alfonso Romo, jefe de gabinete en la administración federal, quien apostó 20 a uno que no va a haber recesión, o 100.

Jonathan Heath, subgobernador, coincidió, pero señaló que permanece la presión en el sector industrial por la caída estructural en la explotación petrolera. Si me hacen apostar 100 a uno, pues suena muy interesante, pero no veo yo una recesión. Yo creo que perdería la apuesta. Sin embargo, 100 a uno chance y lo tomo, bromeó.

No estamos en una recesión ni a punto de entrar a una. Si es que la hay, creo que sería muy ligera y de muy poca duración, aseguró.

El Banco de México, en congruencia con las perspectivas de crecimiento y la desaceleración de empleos formales, también recortó las expectativas de creación de puestos de trabajo, al pasar de un intervalo de 620-720 mil para este año a 530-630 mil.

Para la inflación, se espera que cierre en 3.7 por ciento a tasa anual, por arriba de 3.4 por ciento del informe anterior. Alejandro Díaz explicó que permanecen presiones en los energéticos y la inflación subyacente. La revisión aún está en línea con el objetivo de 3 por ciento del banco central.